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22 de febrero de 2014

La Voz de Galicia


Auxiliares piratas contratan a bajo coste para trabajar en los floteles

El naval teme la competencia desleal ante sueldos hasta un 20 % más bajos

El reparto de la carga de trabajo de los floteles adjudicados por Pemex a Barreras y Navantia está desatando una guerra de nervios y de precios en la industria auxiliar que es, en sus múltiples divisiones (electricidad, soldadores, calderería, tubería, carpintería), la responsable del montaje de un buque.
Hay preocupación en el naval y de ello dan fe distintas fuentes del sector que constatan el surgimiento de empresas piratas que compiten con las firmas asentadas, que han sobrevivido a la crisis de los tres últimos años, con mano de obra contratada con salarios hasta un 20 % más bajos, lo que les permite ofertar a costes más adelgazados.
«Se están montando pequeñas empresas que contratan a gente desesperada por cuatro duros. Van con una furgoneta y cinco o diez trabajadores sin antigüedad, sin horas extras, y compiten con las auxiliares de toda la vida», explica un empresario del sector.
Auxiliares extinguidas
Muchas de esas auxiliares de toda la vida a las que se refiere esta fuente se han quedado en el camino durante los tres años que Barreras ha permanecido sin carga de trabajo. Es el caso de Gonsusa, Auxinaval, Carenaga o Islas, en Vigo; o Elecnaval, Tae o Cachaza, en Ferrol.
«Estas nuevas empresas están creadas por algún veterano trabajador del naval que se ha quedado en el paro, y eso es muy lícito, lo que no lo es tanto es que oferten por debajo del convenio», afirman fuentes del metal.
Los sindicatos consultados aseguran que el descuelgue del convenio «es lo que ha fomentado la reforma laboral». Aunque aseguran que están vigilantes ante cualquier irregularidad, sostienen que a día de hoy, el 90 % de las empresas del sector están trabajando de acuerdo con las condiciones pactadas por convenio.
Desde el comité de empresa del astillero Barreras precisan que, hasta ahora, han comenzado a subcontratar a compañías de carácter técnico, pero fuentes del sector aseguran que ambos astilleros ya han comenzado a negociar la subcontratación de las siguientes fases de construcción de los buques. No es la primera vez que la industria naval sufre este tipo de prácticas.
Entre los años 2006 y 2008, y debido a la escasez de ocupación, algunas brigadas de operarios procedentes de Asturias, Andalucía y también del norte de Portugal llegaron a Vigo con una furgoneta y sus herramientas, para trabajar en el sector que aún se mantenía a flote, por una tarifa más baja. En aquel momento, la férrea presión sindical obligó a los astilleros a expulsar de su nómina de subcontratas a todas las empresas que no acataban el convenio.

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