Auxiliares piratas contratan a bajo coste para trabajar en los floteles
El naval teme la competencia desleal ante sueldos hasta un 20 % más bajos
El reparto de la carga de trabajo de los floteles
adjudicados por Pemex a Barreras y Navantia está desatando una guerra
de nervios y de precios en la industria auxiliar que es, en sus
múltiples divisiones (electricidad, soldadores, calderería, tubería,
carpintería), la responsable del montaje de un buque.
Hay preocupación en el naval y de ello dan fe
distintas fuentes del sector que constatan el surgimiento de empresas
piratas que compiten con las firmas asentadas, que han sobrevivido a la
crisis de los tres últimos años, con mano de obra contratada con
salarios hasta un 20 % más bajos, lo que les permite ofertar a costes
más adelgazados.
«Se están montando pequeñas empresas que
contratan a gente desesperada por cuatro duros. Van con una furgoneta y
cinco o diez trabajadores sin antigüedad, sin horas extras, y compiten
con las auxiliares de toda la vida», explica un empresario del sector.
Auxiliares extinguidas
Muchas de esas auxiliares de toda la vida a las
que se refiere esta fuente se han quedado en el camino durante los tres
años que Barreras ha permanecido sin carga de trabajo. Es el caso de
Gonsusa, Auxinaval, Carenaga o Islas, en Vigo; o Elecnaval, Tae o
Cachaza, en Ferrol.
«Estas nuevas empresas están creadas por algún
veterano trabajador del naval que se ha quedado en el paro, y eso es muy
lícito, lo que no lo es tanto es que oferten por debajo del convenio»,
afirman fuentes del metal.
Los sindicatos consultados aseguran que el
descuelgue del convenio «es lo que ha fomentado la reforma laboral».
Aunque aseguran que están vigilantes ante cualquier irregularidad,
sostienen que a día de hoy, el 90 % de las empresas del sector están
trabajando de acuerdo con las condiciones pactadas por convenio.
Desde el comité de empresa del astillero Barreras
precisan que, hasta ahora, han comenzado a subcontratar a compañías de
carácter técnico, pero fuentes del sector aseguran que ambos astilleros
ya han comenzado a negociar la subcontratación de las siguientes fases
de construcción de los buques. No es la primera vez que la industria
naval sufre este tipo de prácticas.
Entre los años 2006 y 2008, y debido a la escasez
de ocupación, algunas brigadas de operarios procedentes de Asturias,
Andalucía y también del norte de Portugal llegaron a Vigo con una
furgoneta y sus herramientas, para trabajar en el sector que aún se
mantenía a flote, por una tarifa más baja. En aquel momento, la férrea
presión sindical obligó a los astilleros a expulsar de su nómina de
subcontratas a todas las empresas que no acataban el convenio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario