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16 de mayo de 2018

Faro de Vigo

Un fondo buitre compra la mayor granitera viguesa y pone en guardia a todo el sector

La firma británica Bybrook toma el control de Levantina, ahogada por una deuda de 130 millones de euros - Posee una planta de elaborado y más de 170 empleados en Porriño

La mayor granitera de la comarca de Vigo -y de Galicia- ha vuelto a cambiar de manos. El fondo buitre británico Bybrook Capital LLP, especialista en la compra de compañías en dificultades con el objetivo de revenderlas para obtener rentabilidad, ha tomado el control del grupo alicantino Levantina, propietario desde 2006 de la antigua Graninter, con una planta de elaborado y más de 150 trabajadores directos en Porriño. En concreto, Bybrook se ha quedado con la participación que tenían el banco francés BNP Paribas y la firma de inversión M&G Prudential, haciéndose con las riendas de la mayor empresa de piedra natural del mundo. La operación, que lleva meses fraguándose, preocupa a la plantilla de Porriño y a los sindicatos por los efectos que pueda tener en la planta, que factura unos 30 millones de euros al año y que es una de las cabezas tractoras de la industria granitera gallega.
Levantina encabeza desde hace años el ranking gallego y nacional de industrias graniteras, junto a empresas como Grupimar, Eurobandas, Granisa, Euro-Roca, Pavestone, EuroCKP, Cupa Stone y Granitos Cabaleiro, entre otras. La antigua Graninter -fue adquirida por Levantina en 2006- tiene su principal planta de corte y elaborado en el polígono de As Gándaras, donde cuenta con ocho telares (el sistema de corte tradicional en las plantas de procesado desde hace más de treinta años) y tres nuevas máquinas multihilo, y emplea, según fuentes sindicales, a unos 170 trabajadores directos. El grupo tiene otra planta de granito en Brasil (en Vitoria, en el estado de Espírito Santo), con capacidad para un millón de metros cuadrados al año (la de Porriño alcanza los 300.000). 

La entrada de un hedge fund o fondo buitre como Bybrook preocupa y mucho a los empleados de Porriño y a los sindicatos, que dudan del compromiso inversor de esta sociedad fundada en 2013 por Robert J. Dafforn en la hoy por hoy mayor empresa de piedra natural del mundo para revertir su situación y asegurar el futuro. Levantina logró un Ebitda de unos 15 millones de euros el año pasado pero tiene una deuda de 130 millones que la coloca en una delicada situación financiera, según fuentes del sector consultadas por este periódico. La unidad de Porriño factura al año una media de 30 millones de euros, mientras que la de Brasil alcanza los 50 millones.
Según la agencia Bloomberg, Bybrook maneja una cartera de 1.400 millones de dólares en activos bajo gestión. Fuentes del sector consultadas aseguran que compró las participaciones de BNP Paribas y M&G Prudential "regaladas" y temen que busca una rentabilidad a corto plazo, lo que podría implicar una venta desagregada de las unidades de negocio. El Grupo Levantina está formado por catorce sociedades mercantiles y cuenta con el mayor yacimiento del mundo de mármol Crema Marfil. Posee 7 fábricas y 20 almacenes de distribución propios.

7 de mayo de 2018

La Voz de Galicia

El capital buitre sobrevuela Vulcano, preparado ante una posible liquidación

Varios meses de retraso en el ferri para Transmediterránea penalizan aún más al astillero, que se encamina a la quiebra

La salvación de Factorías Vulcano sería su venta inminente, antes de que entregue el ferri que está construyendo para Transmediterránea -ahora propiedad de la naviera canaria Armas-, porque después, sin pedidos en cartera y sin poder contratar nuevos buques porque los bancos no financian el riesgo, lo que está por venir se parece a la nada más absoluta.
Hay compradores para las amplias instalaciones de Teis, al pie de la ría de Vigo. Pero nadie quiere quedarse con el astillero ahora que todavía está vivo. Todos los interesados que acuden a verlo, y a hablar con la dirección, lo hacen para conocer su estado y pujar por él cuando llegue el momento de la liquidación, libre de deudas y de 87 trabajadores (30, mayores de 55 años).
Ese escenario que supondría la desaparición del astillero y que nadie quiere, está ya sobre la mesa de la Administración gallega y de los sindicatos. Está cada vez más cerca.
Los retrasos en la entrega del ferri de Transmediterránea, que debería estar dando ya servicio este mes a la naviera, agravan la situación financiera del astillero, porque la demora en la fecha de entrega acordada conlleva penalizaciones, además del perjuicio que supone para la armadora quedarse sin el buque con el que contaba para la actual campaña turística.
Todo esto lo cuentan fuentes directamente inmersas en buscar un futuro para Vulcano que no sea la declaración de quiebra, y que ven la batalla ya perdida.

Ante las dificultades para vender la compañía o para firmar un nuevo pedido, quedaba un último cartucho por quemar: que alguno de los astilleros gallegos que rebosan carga de trabajo accediera a subcontratar a Vulcano y garantizara así su actividad. Pero nadie está por la labor. No es por falta de generosidad.
«El problema es que el sector empieza a levantar cabeza a duras penas y nadie en su sano juicio está dispuesto a arriesgarse a subcontratar a un astillero que incumple plazos», dicen fuentes administrativas que, a estas alturas, comparan el futuro de Vulcano con el de Factoría Naval de Marín, adquirido por Nodosa en el proceso de liquidación.
Estas fuentes apuntan a que la declaración de concurso de acreedores es ya solo cuestión de semanas. La fecha que se maneja es después del verano, una vez que Transmediterránea se haya llevado el ferri. «Será entonces, cuando se conozca la tesorería real de Vulcano. Si la situación es la que se sospecha, se solicitaría directamente un concurso de liquidación», avanzan.
No es la primera vez que Vulcano tiene un pie en el más allá, pero esta vez parece que la desaparición está más cerca.
Vulcano sobrevivió a un concurso de acreedores en el 2010. La declaración de quiebra llegó con una deuda de 195 millones de euros. En aquel momento tuvo suerte.
Errores del pasado
La sociedad mixta Pymar, formada por varios ministerios, comunidades autónomas y los astilleros privados españoles, aceptó una quita del 80 % de la deuda, es decir, algo más de 48 millones.
Antes del conseguir el ferri de Transmediterránea, Vulcano estuvo casi cinco años inactivo y encadenó 13 ERE. Además, fue condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo, en julio del 2015, a pagar 25 millones por la quiebra de su filial en Asturias, Astilleros Juliana, hoy propiedad de Armón. Debe aún 20 millones.