El cierre de Transportes Souto se precipitó tras el rechazo de un fondo a invertir
El fondo se había mostrado dispuesto a inyectar dos millones de euros en la compañía, pero finalmente se echaron atrás después de comprobar el estado financiero de la empresa
Las dificultades económicas de Transportes Souto no eran nuevas, aunque ni trabajadores ni clientes esperaban el fulminante cese de actividad anunciado la pasada semana por la mayor empresa gallega del sector.
Fuentes cercanas a la compañía explican que el cierre se anunció apenas
24 horas después de saber que un fondo de inversión interesado en
entrar en el accionariado, con el que llevaban meses negociando, rompía
todos los puentes y daba un no rotundo por respuesta definitiva.
Las mismas fuentes indican que el citado fondo (cuya identidad no ha trascendido) se había mostrado dispuesto a inyectar dos millones de euros en la compañía, pero finalmente se echaron atrás después de comprobar el estado financiero de la empresa, cuya deuda total se estima en unos 40 millones de euros.
Transportes Souto había contado hasta ahora
con el apoyo tanto de los bancos, con Abanca y el Pastor a la cabeza,
como de la Xunta, a través de Xes Galicia. Cuando empezaron a verse
asfixiados porque no llegaban a fin de mes, con los primeros llegó a un
acuerdo el pasado verano para abonar solo los intereses, pero retrasar
la devolución del principal. También aceptaron una rebaja en el
porcentaje de los tipos.
Algunas fuentes aseguran que
buscaron financiación adicional en entidades que aplican «intereses
brutales» en un intento de parchear la situación hasta la entrada del
fondo que finalmente no se produjo.
Mientras, los sindicatos entregaron en Inspección de Trabajo
documentación que, afirman, avala su denuncia de que Transportes Souto
está incurriendo en alzamiento de bienes.
Pese
a que la dirección remitió una carta a la plantilla en la que los
eximía de ir a trabajar, «imputándose a vacaciones este período», los
empleados de la sede central de Mos (Pontevedra) siguen acudiendo al
centro para garantizar que no se mueve maquinaria ni mercancía.