La quiebra de Pescanova cumple cuatro años relegada en la Audiencia Nacional
Nueva Rumasa, los Pujol o la Gürtel impiden cerrar la instrucción y señalar el juicio
¿Qué tienen en común los seis hijos del fallecido
Ruiz Mateos, la familia
Pujol y 280 ciudadanos taiwaneses con
Pescanova y
la veintena de investigados por la quiebra del grupo pesquero gallego
en el año 2013? Pues que todos ellos están unidos por un nombre: José de
la Mata, el magistrado de la
Audiencia Nacional encargado de la instrucción de los 5 casos, además de la investigación sobre la
caja B del
PP, es decir, la
trama Gürtel, reabierta en la última semana.
«El juez está hasta arriba», dicen fuentes de uno de los juzgados de
mayor trasiego de la Audiencia Nacional, el de Instrucción número 5,
que, hace ahora cuatro años, entonces con Pablo Ruz al frente, abrió
causa penal contra los presuntos responsables de delitos económicos
cuando estaban al mando de Pescanova.
La instrucción del sumario sigue abierta, y abogados de personados en
la acusación no encuentran más explicación para justificar la demora
del procedimiento que la confluencia de tantos casos, y tan complejos,
en la misma sala.
Demasiados taiwaneses
«El fiscal acaba de formular acusación en el asunto de
Nueva Rumasa, y hasta ahora no tenía tiempo para Pescanova; y el juez también está
muy cargado con los Pujol y la
extradición a China de 280 taiwaneses detenidos en la operación Wall»,
explican los abogados, que confían en que el carpetazo al caso
Pescanova se produzca antes del verano, con casi un año de retraso sobre
lo que estaba en principio previsto.
Aunque con menos repercusión mediática en el resto de España,
Pescanova también es un asunto judicial complejo, por la cantidad de documentación requerida a la empresa, a la
CNMV y a una veintena de entidades financieras nacionales e internacionales, auditores, consultores y medio centenar de testigos.
La instrucción se ha demorado por las comisiones rogatorias enviadas
por el juez para tratar de averiguar si el principal imputado,
Manuel Fernández de Sousa, expresidente de Pescanova, tiene bienes en
paraísos fiscales.
Y las diligencias continúan. Entre las más recientes, la decretada a
finales del febrero por De la Mata, a petición de Fernández de Sousa,
para exigir documentación a UBI Banca que tumbe su petición de fianza.
El juicio que no llega
«UBI ya ha capitalizado sus deudas en condiciones beneficiosas, y hoy
comparte la propiedad y la gestión de Nueva Pescanova», dice. Para
demostrar la participación de este banco en la empresa, pide al juez que
llame a declarar a Senén Touza, por su papel como administrador
concursal.
Y mientras, al caso siguen sin culpables. En mayo del 2013, el
entonces juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz decidió investigar a
Manuel Fernández de Sousa por varios presuntos delitos. Entre ellos, los
de falseamiento de información económica, falseamiento de cuentas y uso
de información privilegiada.
Una veintena de responsables de alguna manera de las cuentas de la
empresa, que llegó a acumular casi 4.000 millones de deuda, han prestado
declaración. En la relación de acusados que encabeza De Sousa destacan
los nombres de los exconsejeros Alfonso Paz Andrade, Fernando Fernández
de Sousa, José Alberto Barreras y Antonio Pérez-Nievas, además de buena
parte del anterior equipo de dirección y algunos de sus familiares
directos, entre ellos su esposa, Rosario Andrade (investigada en una
pieza separada), y también el hijo de ambos, Pablo Fernández.
Una compañía aún en pérdidas, pero rumbo a la solvencia
Pocas
empresas
que hayan caído en un agujero de 4.000 millones de profundidad han
logrado salir con vida, y sin casi rasguños en la marca. Pescanova es
una de esas excepciones que ya se estudian como caso de éxito en la
especialidad de Derecho Concursal.
En octubre del 2015, los siete mayores acreedores financieros (Popular,
Sabadell, Abanca,
Bankia,
Caixabank,
BBVA
y UBI) tomaron el control del grupo pesquero, que ahora preside el ex
alto cargo del Popular Jacobo González-Robatto y gestiona
Ignacio González en calidad de consejero delegado, y que no quiere desaprovechar esta segunda vida. Estos son ahora sus retos.
Ampliación de capital
2016 en pérdidas. Los administradores de Nueva
Pescanova estiman que la compañía cerró el ejercicio 2016 con pérdidas
de 37 millones de euros. Una vez inyectados los 400 millones de la
ampliación de capital la firma ya solo perdería 7 en el ejercicio 2017,
para después ganar 10 en el 2018, otros 24 en el 2019 y 38 en el 2020.
Mercado
A vender un 50 % más. Las ventas ajustadas de la
firma en el 2016 fueron de 1.078 millones. De seguir el plan de
actuación trazado, la facturación aumentaría un 35 %, hasta los 1.445
millones en el 2020. Además de una fuerte ofensiva comercial, con el
foco puesto en EE. UU., la empresa apuesta por la diversificación de
productos y para ello se lanzará al cultivo de lenguado y explorará
posibilidades como el pulpo, la sepia, el carabinero, el camarón o el
mero.
Plantilla
Objetivo: paz social. Más de 700 trabajadores están convocados a hacer
huelga
los días 14 y 21 de marzo contra la propuesta de convenio. La dirección
ha decidido no continuar la negociación mientras existan medidas de
presión encima de la mesa, y la paz social, que permaneció en los
momentos más críticos de la compañía, se ha convertido en un escollo en
pleno relanzamiento del grupo.
Viejo accionariado
¿Dónde vas, Pescanova S. A.? En esta sociedad están
desde Fernández de Sousa y Paz Andrade (ambos investigados) o el
mayoritario fondo Broadbill hasta los 9.000 accionistas anónimos que no
han vuelto a saber de su dinero desde que se suspendió la cotización,
hace 4 años. Tienen un 20 % de la Nueva Pescanova, y tratan de parar por
todos los medios, incluso por la vía legal, la ampliación de capital de
la banca que los acabará diluyendo