Pescanova advierte de que el tiempo para salvarla se agota
La empresa persevera en su línea de presión a los bancos acreedores
En consonancia con la estrategia de presión trazada
desde que asumió el mando, el presidente de Pescanova, Juan Manuel
Urgoiti, volvió a colocar ayer el balón en el tejado de la banca
acreedora. Lo hizo tras reunirse en Santiago con el presidente de la
Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y con un discurso a medio camino entre la
conciliación y la advertencia. El presidente de la compañía sostuvo que
las negociaciones con la banca «van por buen camino», pero recordó a las
entidades que una empresa industrial, por la naturaleza de su
actividad, no puede parar su producción, es decir, que precisa capital
para su circulante y que, en consecuencia, el tiempo para salvar
Pescanova no es ilimitado. «Esto tiene que acabarse en tres meses»,
afirmó.
Con independencia de lo que finalmente decida el
administrador concursal, la banca se ha mostrado muy reacia de inicio a
asumir la quita que el propio presidente del consejo de Pescanova -que
hoy se vuelve a reunir- había situado en un 75 %. Por el contrario, se
han confesado favorables a capitalizar la deuda. A la espera de que se
conozca el contenido del plan de viabilidad de Pescanova, que elaborará
PWC, Urgoiti insistió ayer en Santiago en que la quita será «alta o muy
alta». Sin precisar ningún porcentaje, el presidente sí parece haber
modulado su postura inicial de máximos. «Lo más inteligente será ir a
fórmulas mixtas, pero a la larga la quita será muy importante», dijo
tras reunirse con Feijoo. Urgoiti aclaró que esto significa que una
parte de la deuda se podrá capitalizar, otra colocarse como crédito a
largo plazo y otra considerarse como un fallido por la banca. «Las cosas
están así y que cada palo aguante su vela», zanjó el máximo mando de la
compañía.
¿Consenso generalizado?
Con una deuda contraída con la banca superior a
los 3.600 millones de euros, el mensaje deslizado ayer por Urgoiti
coincide con lo expresado públicamente por el propio presidente gallego,
quien recordó recientemente a los bancos que «unas veces se gana y
otras se pierde» y que, ahora, lo más importante es que las entidades
tengan confianza en que podrán volver a ganar dinero con Pescanova.
Un asunto sobre el que Urgoiti insistió tras reunirse en la capital gallega con el máximo mandatario de la Xunta.
Viabilidad
«Estamos convencidos de la viabilidad de
Pescanova y tengo que decir que es una opinión compartida por los
bancos», precisó. Preguntado ayer por Feijoo sobre una posible
deslocalización de la compañía, el presidente de Pescanova disipó
cualquier duda al respecto. «He sido rotundo en decir que aquí no hay
deslocalización ninguna, ni interés ninguno en deslocalizar, ni
accionistas que vayan a deslocalizar. Le he dicho que se queda donde
está, en la calle José Fernández López, sin número, que es donde ha
nacido y donde debe estar», precisó Urgoiti. Y se mostró «moderadamente
optimista» sobre el futuro, pero recordó que antes habrá que saltar el
escollo que supone salvar la empresa en un contexto de enormes
dificultades.
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