La reparación de un buque abre la nueva etapa de Factoría Naval de Marín tras un año sin trabajo
El contrato permite reactivar una plantilla en la que quedan menos de 30 empleados
Factoría Naval pone en marcha su nueva etapa, encaminada a la
reparación y mantenimiento de barcos, con la llegada de su primer
cliente después de más de un año sin actividad. Un remolcador, con base
en Santander, "reinaugura" un astillero que ha encontrado en este
negocio su única vía de salvación. Las tareas encomendadas, consideradas
de pequeña envergadura, reactivan así una plantilla en la que quedan
menos de una treintena de trabajadores.
Las gradas del astillero
presentan desde ayer un aspecto que no se producía desde julio de 2011.
Ahora las ocupa el Montfort, una nave de 29,50 metros de eslora y manga
de 11 a la que se le montarán unos patines realizados por una firma de
Vigo. El contrato, más que por su cuantía, tiene especial relevancia por
ser con el que arranca el que se podría considerar como reciclaje de la
histórica firma. Es uno de los que se incluían en su cartera de
posibles pedidos con la que trabajaba ya desde antes de que se firmase
ante notario el acuerdo con Xunta, entidades financieras y proveedores.
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