Industria urge a los dueños de Factoría el plan de viabilidad
Los 32 trabajadores despedidos advierten al astillero de que no son un "capítulo cerrado"
Empresa y trabajadores juegan contrarreloj para evitar un nuevo concurso de acreedores que podría dar la puntilla a la hoy agónica Factoría Naval. El 30 de marzo marcará un antes y un después dado que ese día finaliza el preconcurso voluntario presentado por la dirección ante el Juzgado de lo Mercantil y si no está encarrilada una solución se activará, por imperativo legal, la suspensión de pagos.
La plantilla del astillero marinense cuadra los últimos detalles de un proyecto de futuro que incluye la gestión directa de los trabajadores y que será entregado el lunes al director del Igape. Un proyecto que anima el propio conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, quien se ha comprometido a estudiarlo con interés, "en profundidad" y como una posible alternativa de futuro.
Este guiño a los trabajadores, que todavía están asimilando el zarpazo de los 32 despidos formalizados el pasado jueves, no es óbice para que, por otro lado, el conselleiro Javier Guerra urja a las entidades financieras (Novagalicia Banco y Bankia) y al propietario de Factoría (el empresario valenciano José María Suescun, "que concreten el plan de viabilidad" que se traen entre manos. Un plan que, en palabras del titular del departamento autonómico de Industria "debe garantizar la rentabilidad del futuro de la compañía y el mayor número posible de empleos".
Precisamente el mantenimiento de los puestos de trabajo es la principal batalla del personal de la firma naval que no acepta los 32 despidos y que ya ha anunciado que recurrirá a la vía judicial y a las movilizaciones en la calle para reclamar la anulación del ERE extintivo.
Los trabajadores despedidos se concentraron ayer por la mañana durante más de dos horas ante las puertas del astillero para dejar claro que no son un capítulo cerrado. Día a día se reunirán en este punto de encuentro para decidir acciones de protesta que mantengan viva su demanda. Los 30 compañeros que todavía fichan en Factoría Naval se sumarán a las movilizaciones fuera del horario laboral.
Por otra parte varios armadores locales se han dirigido a los trabajadores despedidos, a muchos de los cuales conocen personalmente, para expresarles su solidaridad y reiterarles que si se ponen ellos al frente de la gestión del astillero pueden contar con una solidaridad activa: llevarían a Factoría sus buques para trabajos de mantenimiento y reparación.
Paralelamente a estas muestras de apoyo, las firmas auxiliares analizarán la propuesta de la dirección empresarial de una nueva quita para saldar la deuda (ya renegociada en su día) pendiente y que supera los cinco millones de euros.
La plantilla del astillero marinense cuadra los últimos detalles de un proyecto de futuro que incluye la gestión directa de los trabajadores y que será entregado el lunes al director del Igape. Un proyecto que anima el propio conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, quien se ha comprometido a estudiarlo con interés, "en profundidad" y como una posible alternativa de futuro.
Este guiño a los trabajadores, que todavía están asimilando el zarpazo de los 32 despidos formalizados el pasado jueves, no es óbice para que, por otro lado, el conselleiro Javier Guerra urja a las entidades financieras (Novagalicia Banco y Bankia) y al propietario de Factoría (el empresario valenciano José María Suescun, "que concreten el plan de viabilidad" que se traen entre manos. Un plan que, en palabras del titular del departamento autonómico de Industria "debe garantizar la rentabilidad del futuro de la compañía y el mayor número posible de empleos".
Precisamente el mantenimiento de los puestos de trabajo es la principal batalla del personal de la firma naval que no acepta los 32 despidos y que ya ha anunciado que recurrirá a la vía judicial y a las movilizaciones en la calle para reclamar la anulación del ERE extintivo.
Los trabajadores despedidos se concentraron ayer por la mañana durante más de dos horas ante las puertas del astillero para dejar claro que no son un capítulo cerrado. Día a día se reunirán en este punto de encuentro para decidir acciones de protesta que mantengan viva su demanda. Los 30 compañeros que todavía fichan en Factoría Naval se sumarán a las movilizaciones fuera del horario laboral.
Por otra parte varios armadores locales se han dirigido a los trabajadores despedidos, a muchos de los cuales conocen personalmente, para expresarles su solidaridad y reiterarles que si se ponen ellos al frente de la gestión del astillero pueden contar con una solidaridad activa: llevarían a Factoría sus buques para trabajos de mantenimiento y reparación.
Paralelamente a estas muestras de apoyo, las firmas auxiliares analizarán la propuesta de la dirección empresarial de una nueva quita para saldar la deuda (ya renegociada en su día) pendiente y que supera los cinco millones de euros.
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