El ‘ladrillo’ pierde el monopolio de los concursos de acreedores en 2011
Las inmobiliarias Restaura y Amci Habitat engrosan la lista de empresas que han suspedido pagos en un año marcado por la rápida solución pactada para Miró, Cacaolat y Tainco.
La suspensión de pagos ha dejado de ser coto privado de las empresas vinculadas al ladrillo. El resumen de compañías en concurso de acreedores elaborado por EXPANSIÓN muestra como inmobiliarias y constructoras siguen presentes en el ránking, pero cada vez aparecen más compañías de sectores tan relevantes en Catalunya como la industria y la distribución minorista.
La prolongada crisis económica, unida a la cada vez mayor atonía del consumo, ha puesto en jaque a cientos de empresas, tanto del sector comercial y servicios, como la industria auxiliar. “Las empresas se han resistido a presentar concurso durante mucho tiempo porque acarreaba su concurso de acreedores personal; su dinero era la garantía de los bancos para concederles préstamos”, explica Antonio Carreño, abogado de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.
Goteo continuo
En Catalunya se presentaron 595 concursos de acreedores durante el primer semestre de 2011, según Pwc, aunque la comunidad autónoma podría alcanzar el millar de procesos iniciados al cierre de este ejercicio, en opinión de los expertos. Los letrados consultados auguran que la actividad de los Juzgados Mercantiles no se reducirá en 2012, y que se iniciará una cantidad similar de procesos concursales.
La cifra definitiva dependerá, en buena medida, de la predisposición de la banca a refinanciar deudas. “Habrá voluntad de refinanciar proyectos viables, pero los que quieran alargar su agonía tendrán problemas para pactar”, coinciden en el sector.
La predisposición de las entidades financieras ha sido clave para que Establiments Miró levantase su concurso el pasado 23 de diciembre, tras comprometerse a devolver la deuda de 282 millones en un plazo de diez años, sin quitas. Mediaproducción, filial de Mediapro propietaria de los derechos de la Liga BBVA, también ha abandonado la tutela judicial este año tras pactar la liquidación íntegra de sus compromisos (350 millones) en 35 meses.
Pero no todas las resoluciones han podido saldarse con la continuidad de la empresa en manos de sus dueños, que han visto como la única alternativa posible era la venta de la unidad productiva de sus negocios; destacan los casos de Cacaolat, Tainco, Manaut y Biosca & Botey.
Carreño, que ha colaborado en el proceso de venta del fabricante de batidos a Damm y Cobega, explica que la resolución de suspensiones de pagos mediante la venta de los activos ha empezado a percibirse como una buena medida entre los jueces “porque ahora se pone el énfasis en salvar los puestos de trabajo, y no tanto en que los acreedores recuperen toda su deuda”.
Entradas y salidas
La rapidez con la que se han solucionado las situaciones de Cacaolat o Miró contrasta con la lentitud de algunos procesos. La cárnica Schorn ha tardado cinco años en pactar un convenio, mientras que la empresa de mosquiteras Fivent ha requerido de tres años para pactar con sus acreedores. Filmax y el Joventut de Badalona, también llevan más de un año en los juzgados, aunque en 2012 podrían volver a la normalidad.
Fbex y el grupo Sánchez Romero –ambos vinculados al ladrillo– han consumado este año su liquidación tras meses de negociaciones. En su sector, Restaura, Coperfil y Amci Habitat ya han entablado conversaciones para seguir en pie y no afrontar su disolución.
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