'Pleno' municipal en la planta de Clesa contra los despidos
La corporación de Caldas se trasladó en bloque ayer a la planta de Clesa para expresar su rechazo al despido de 90 trabajadores decretado por los administradores judiciales que gestionan el concurso de acreedores de la filial de Nueva Rumasa. Los cuatro partidos con escaños en el Ayuntamiento reclaman que se acepte la oferta de compra impulsada por Feiraco y se mantengan los empleos. Hoy se celebra en Madrid una crucial reunión para el futuro de Clesa.
Frente político en Caldas para rechazar el ERE en Clesa
Mientras los trabajadores de Clesa reanudaban su encierro en la factoría para rechazar el ERE que afecta a más de la mitad de la plantilla, los grupos que conforman la corporación de Caldas (PSdeG-PSOE, PP, ICdR y BNG), con el alcalde, Juan Manuel Rey, al frente, secundaron un manifiesto conjunto a las puertas de la empresa láctea para exigir una solución para la empresa.
El detonante ha sido la carta de despido que han recibido 90 trabajadores de los administradores concursales, a pesar de la firme oferta que hizo la cooperativa Feiraco, avalada por la Xunta, para comprar la empresa y mantener todos los puestos de trabajo tras entrar esta filial de Nueva Rumasa en concurso de acreedores. Los partidos, por primera vez y de forma conjunta, han reclamado la necesidad de mantener el empleo para garantizar el desarrollo de la comarca. "En una época de crisis económica como esta no se puede destruir una compañía que tiene demostrada su viabilidad y por ello debe priorizarse el interés general más allá del cobro de créditos personales", expresaron los grupos municipales.
La corporación defiende que "no existe ninguna causa objetiva que justifique el ERE" y confía en que la reunión de hoy entre la Xunta, Feiraco y los administradores concursales frague una solución. La dilación, afirma, lo único que provoca es "la pérdida de valor de la factoría e interés ante los posibles compradores".
Frente político en Caldas para rechazar el ERE en Clesa
Mientras los trabajadores de Clesa reanudaban su encierro en la factoría para rechazar el ERE que afecta a más de la mitad de la plantilla, los grupos que conforman la corporación de Caldas (PSdeG-PSOE, PP, ICdR y BNG), con el alcalde, Juan Manuel Rey, al frente, secundaron un manifiesto conjunto a las puertas de la empresa láctea para exigir una solución para la empresa.
El detonante ha sido la carta de despido que han recibido 90 trabajadores de los administradores concursales, a pesar de la firme oferta que hizo la cooperativa Feiraco, avalada por la Xunta, para comprar la empresa y mantener todos los puestos de trabajo tras entrar esta filial de Nueva Rumasa en concurso de acreedores. Los partidos, por primera vez y de forma conjunta, han reclamado la necesidad de mantener el empleo para garantizar el desarrollo de la comarca. "En una época de crisis económica como esta no se puede destruir una compañía que tiene demostrada su viabilidad y por ello debe priorizarse el interés general más allá del cobro de créditos personales", expresaron los grupos municipales.
La corporación defiende que "no existe ninguna causa objetiva que justifique el ERE" y confía en que la reunión de hoy entre la Xunta, Feiraco y los administradores concursales frague una solución. La dilación, afirma, lo único que provoca es "la pérdida de valor de la factoría e interés ante los posibles compradores".
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