Atlántico Diario

Los empresarios reconocen que hace falta la refundación 

El presidente de la Confederación de Empresarios de Vigo y la provincia de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, es el número 2 de la Fundación Provigo -tras el alcalde, que preside- en su calidad de secretario del patronato.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Vigo y la provincia de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, es el número 2 de la Fundación Provigo -tras el alcalde, que preside- en su calidad de secretario del patronato. La vicepresidencia la ejerce ahora José García Costas, de la Cámara de Comercio, y ambos mantienen una posición idéntica sobre este asunto: hay que seguir adelante, aunque con cambios rotundos, de calado.

'Tanto la CEP como la Cámara de Comercio no vamos a tirar la toalla, porque consideramos que es una buena plataforma y no vamos a dejarla morir. Si ahora cambia el gerente, que cambie, pero es una oportunidad tener una plataforma así, que sirve para los intereses comunes', señaló Fernández Alvariño.

Reconoce Alvariño, con todo, que Provigo está en serio peligro de desaparición por su falta de actividad, 'pero los empresarios consideramos que la fundación no puede morir. Eso sí, habrá que pensar en una redifinición o una refundación de la fundación sobre otras bases', aclara el titular de la patronal provincial, quien reconoce su preocupación por la situación en que se encuentra el grupo, aunque mantiene que todavía tiene solución.

Rubén López: 'No tiene sentido, es una pena'

Rubén López dejó la dirección de Provigo hace justamente ahora tres años. Para Rubén, metido en el mundo de la promoción, no es una sorpresa la más que probable desaparición de la fundación. 'Es una auténtica pena, siempre lo hemos dicho: es una institución que puede ser todo o nada, depende de la voluntad de los patronos y de la dirección ejecutiva, si ambas tiran en la misma dirección, Provigo podría ser mucho, pero se quedó vacío de contenido', señaló el ex director. Su diagnótico es certero:, los empresarios que están en el patronato y los más de 80 socios que había consideran ahora que no merece la pena seguir por falta de actividad: 'En definitiva, ,la Fundación Provigo se quedó sin equipo y sin sentido', señala.

Asegura que durante su época, las decisiones se tomaban por unanimidad 'y a cualquier propuesta o aportación, como fue la promoción del aeropuerto, todos se sumaron. A continuación, la gerencia se puso en marcha, porque contaba con apoyo, ya que siempre se aprobaron pos unanimidad. Insisto, en que la Fundación Provigo sólo funciona dependiendo de la voluntad de sus socios. ¿El alcalde? Nada que decir, pero es una pena que se cierre', sentenció.