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31 de mayo de 2011

Atlántico Diario

La Fundación Provigo agoniza sin reuniones y con el director dimitido 

La Fundación Provigo, el foro ciudadano donde se sientan las grandes empresas e instituciones de la ciudad, agoniza y su acta de defunción es cuestión de tiempo. De poco tiempo. El último parte señala que ya no cuenta ni con gerente tras la dimisión de José Armesto, quien ocupó esta plaza en los últimos dos años y medio. Armesto ya comunicó formalmente su cese y espera incorporarse a su nuevo puesto en el Consejo Económico Social de Galicia el 1 de agosto.

El foro donde se reúnen empresas e instituciones creado en 1993, a punto de desaparecer por su inactividad.

Hasta entonces, seguirá en funciones, aunque éstas son cada vez más reducidas.

De hecho, en los últimos seis meses no ha habido reuniones del patronato y su actividad pública se ha reducido a cero. A ello habría que añadir los problemas con la falta de fondos por las deudas acumuladas y la salida de algunos de los socios, que se dieron de baja, por lo que de 80 miembros se ha pasado a medio centenar. Y al fondo de todo, queda la enemiga del alcalde, que decidió reducir el papel de un organismo creado por Carlos Príncipe en 1993 y que tuvo su mejor momento en este siglo cuando asumió la función de promoción de Peinador, con cierto éxito. Hace tres años fue cesado Rubén López, su gerente, y nombrado más tarde José Armesto, que apenas ha tenido capacidad de acción.

En el patronato es donde se cuece todo: tienen asiento los representantes de las distintas administraciones, corporaciones y empresas, que incluyen además del Concello -cuyo alcalde es también presidente- a la Confederación de Empresarios, la Cámara de Comercio, la Autoridad Portuaria, Novacaixagalicia, Zona Franca , el Área Metroplitana (ahora como Mancomunidad de Vigo) y la Diputación, entre otros organismos. Entre las compañías privadas destacan Barreras, el Club Financiero, PSA, el Colegio de Abogados, la Cooperativa de Armadores y Vitrasa.

El último encuentro se celebró en diciembre, una breve cita obligada para aprobar los presupuestos y certificar la agonía del organismo y su inactividad y poco más. Peor aún antes, cuando se decidió encargar los actos del Bicentenario de la Ciudad a la Fundación Provigo, que apenas tuvo margen en realidad por falta de fondos para poner en marcha un programa adecuado. Su mayor contribución fue plantear la instalación del monumento Bicentenario de Vigo donde fue erigido, en la confluencia de Venezuela con Camelias. Como explicaba ayer mismo uno de los miembros del patronato, la realidad es que la Fundación Provigo está prácticamente liquidada 'porque el alcalde así lo quiso'. José Armesto, el cesante director, admite que Provigo pasa un momento más que delicado que ya no le corresponderá a él gestionar, tras haber avisado sobre su marcha. Entre otros asunto, y no el menor, queda recaudar las deudas pendientes de los socios, cada vez menos interesados.

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