Rodman Polyships presenta un ERE de extinción para 120 empleados en Meira
El astillero justifica la medida por el desplome continuado de las ventas desde hace tres años
J. CARNEIRO - VIGO El astillero Rodman Polyships en Meira (Moaña) ha presentado un expediente de extinción para 120 de sus 277 trabajadores debido al desplome continuado de las ventas desde hace tres años, según informó ayer la empresa. La factoría, especializada en la construcción de embarcaciones de recreo y profesionales en poliéster reforzado con fibra de vidrio, argumenta que el ERE es la única manera de garantizar "su viabilidad y el mantenimiento de los puestos de empleos en el futuro".
Empresa y sindicatos tienen ahora treinta días para tratar de llegar a un acuerdo sobre el expediente. El presidente del comité, Moisés Currás, reconoce que la situación del astillero –que desde octubre de 2009 arrastra un ERE temporal y rotatorio para toda la plantilla– es "muy complicada", pero exigirá una reducción en el número de despidos previstos por la empresa.
Rodman Polyships, propiedad del empresario vigués Manuel Rodríguez, explicó ayer que desde hace tres años ha intentado "por todos sus medios" mantener la totalidad de la plantilla, ajustando la misma, mediante medidas de suspensión temporal, en función de las necesidades de producción en cada momento. Según el astillero, la bajada de las ventas era del 63% al cierre de 2010 respecto a 2008.
Y sus pronósticos para 2011 no son mejores. Rodman prevé retornar a niveles de ventas de los años 90, lo que a su juicio hace necesarios los despidos con el objetivo de mantener la empresa a flote. La firma recalca que seguirá trabajando dentro de su plan de viabilidad en la adjudicación de posibles contratos de embarcaciones profesionales, y se continuará apostando por el desarrollo de nuevos modelos, "más ajustados a la escasa demanda actual de embarcaciones de recreo, para poder de cara a 2012, comenzar una progresiva recuperación económica".
Según fuentes del comité de empresa, las instalaciones de Meira cuentan con carga de trabajo hasta mediados de año. En la actualidad, está rematando un catamarán para el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un barco para la Guardia Civil y dos lanchas para Pescanova, y está negociando un segundo catamarán para el CSIC.
"Creemos que Rodman tiene futuro. El problema es que los nuevos contratos están tardando demasiado en cerrarse", explica Moisés Currás. Los sindicatos afirman que también hay negociaciones en marcha con Venezuela, Omán y Bahréin, que todavía no han fructificado.
Respecto a los otros astilleros que Rodman tiene en Portugal, el de Conafi se mantiene inactivo, mientras que Rodman Lusitania solo cuenta con un trabajador. "Toda la carga de trabajo se trajo a Meira cuando las cosas empezaron a ir mal", apunta Currás. La situación en Meira contrasta con la del otro astillero del grupo en la ría de Vigo, Metalships, de los pocos que cerraron nuevos contratos.
Empresa y sindicatos tienen ahora treinta días para tratar de llegar a un acuerdo sobre el expediente. El presidente del comité, Moisés Currás, reconoce que la situación del astillero –que desde octubre de 2009 arrastra un ERE temporal y rotatorio para toda la plantilla– es "muy complicada", pero exigirá una reducción en el número de despidos previstos por la empresa.
Rodman Polyships, propiedad del empresario vigués Manuel Rodríguez, explicó ayer que desde hace tres años ha intentado "por todos sus medios" mantener la totalidad de la plantilla, ajustando la misma, mediante medidas de suspensión temporal, en función de las necesidades de producción en cada momento. Según el astillero, la bajada de las ventas era del 63% al cierre de 2010 respecto a 2008.
Y sus pronósticos para 2011 no son mejores. Rodman prevé retornar a niveles de ventas de los años 90, lo que a su juicio hace necesarios los despidos con el objetivo de mantener la empresa a flote. La firma recalca que seguirá trabajando dentro de su plan de viabilidad en la adjudicación de posibles contratos de embarcaciones profesionales, y se continuará apostando por el desarrollo de nuevos modelos, "más ajustados a la escasa demanda actual de embarcaciones de recreo, para poder de cara a 2012, comenzar una progresiva recuperación económica".
Según fuentes del comité de empresa, las instalaciones de Meira cuentan con carga de trabajo hasta mediados de año. En la actualidad, está rematando un catamarán para el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un barco para la Guardia Civil y dos lanchas para Pescanova, y está negociando un segundo catamarán para el CSIC.
"Creemos que Rodman tiene futuro. El problema es que los nuevos contratos están tardando demasiado en cerrarse", explica Moisés Currás. Los sindicatos afirman que también hay negociaciones en marcha con Venezuela, Omán y Bahréin, que todavía no han fructificado.
Respecto a los otros astilleros que Rodman tiene en Portugal, el de Conafi se mantiene inactivo, mientras que Rodman Lusitania solo cuenta con un trabajador. "Toda la carga de trabajo se trajo a Meira cuando las cosas empezaron a ir mal", apunta Currás. La situación en Meira contrasta con la del otro astillero del grupo en la ría de Vigo, Metalships, de los pocos que cerraron nuevos contratos.
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