Faro de Vigo
La textil Pili Carrera presenta concurso de acreedores para renegociar la deuda
La compañía, con sede en Mos, tiene "voluntad de continuar"
La compañía textil Pili Carrera,
especializada en el diseño de ropa infantil, presentó esta mañana la
solicitud voluntaria de concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) ante la imposibilidad de hacer frente a la deuda contraída. Será el Mercantil de Pontevedra el que determine la gestión del concurso, con o sin facultades de gestión para el actual equipo de dirección.
Fuentes de la empresa han indicado a FARO su "voluntad" de continuar y de no acometer medidas de ajuste de plantilla,
que supera hoy las 100 personas. Ahora la textil deberá presentar un
plan de viabilidad y de pagos para satisfacer el pasivo con sus
acreedores.
El pasado marzo Pili Carrera retiró un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal, pero anunció un cambio organizativo para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.
Pili Carrera solicita concurso para rebajar una deuda de 6,8 millones
Aumenta las ventas un 8% pero no logra un
plan de pagos con los proveedores - Tiene "voluntad de continuar" sin
reducir la plantilla
Pili Carrera no puede asumir en plazo el
pago de la deuda contraída con entidades financieras y proveedores. Por
eso la compañía textil, especializada en diseño, confección y
comercialización de ropa infantil ha solicitado el concurso voluntario
de acreedores en el Mercantil 1 de Pontevedra.
Y ha optado por esta vía tras haber "intentado hacer frente a la
totalidad de los compromisos de pago por diversas vías sin que ninguna
haya obtenido el resultado esperado". La firma de moda soporta una deuda
a corto plazo -según la memoria anual de 2017 depositada en el Registro
Mercantil- de 5,2 millones de euros ( en total roza los siete
millones), frente a un volumen de negocio de 7,6 millones y un
patrimonio neto de 9,5. El pasado ejercicio elevó sus ventas un 8%, pero
no pudo evitar unos números rojos de 177.500 euros.
Cuando
el juez dicte el auto de entrada en concurso voluntario decidirá si la
actual dirección mantiene las facultades de gestión, y la compañía
deberá elaborar un plan de viabilidad y de pagos para satisfacer la
deuda. Serán los acreedores los que deberán aprobarlo. Fuentes de la
compañía indicaron su "voluntad de continuar" sin emprender medidas
traumáticas de empleo; la plantilla de Pili Carrera supera los 100
trabajadores. La empresa comunicó también ayer al comité la decisión de
pedir el amparo de la ley concursal. El pasado marzo llegó a presentar
en la Xunta un procedimiento de regulación temporal de empleo para 85 de los 100 trabajadores, pero una semana después desistió de este proceso. No se produjeron despidos en aquel momento.
"En
un entorno complejo y competitivo, se ha visto incapaz de hacer frente a
las obligaciones contraídas con sus acreedores en los plazos
acordados", apuntó. "Seguimos trabajando con la nueva colección y
demás". Asimismo la textil quiso enviar un mensaje de compromiso y
vocación de continuidad a "clientes, red de tiendas propias, socios
franquiciados y establecimientos detallistas". Como apunta en su memoria
anual, Pili Carrera se deshizo en primavera de un local en la Calle
Real de A Coruña, propiedad de Dafreixa SL, sociedad
a través de la que la familia controla la textil. De los 574.000 euros
que ingresó destinó más de 284.000 a la cancelación parcial y anticipada
de deudas bancarias a largo plazo. En abril inició negociaciones con la
banca con el objetivo de sellar una línea de crédito para poder pagar
deudas. A la vista de la actual situación, no tuvo éxito. Solo con
proveedores el pasivo en balance asciende a 2,3 millones de euros. El 2
de agosto de 2017 recibió un préstamo a través del Instituto Galego de
Promoción Económica (Igape) con fondos del Banco Europeo de Inversiones
(BEI), por importe de medio millón de euros, según la web de la Xunta.
El objeto, "financiar circulante e inversiones".
El
negocio de Pili Carrera mejoró el año pasado por el tirón de las ventas
en la Unión Europea, con un alza del 21%. Pero en su principal mercado,
el nacional, los ingresos se redujeron ligeramente, cerca de seis
décimas. El "compromiso" de la firma de moda "pasa por continuar
apostando como hasta ahora por un modelo de fabricación realizado en su
centro de Mos
(Pontevedra)" que, asegura, le ha permitido ser "reconocida a nivel
internacional por su calidad y el diseño de sus colecciones". Entre los
clientes de esta marca las hijas del rey Felipe VI, las de los monarcas
de Países Bajos o los nietos del presidente norteamericano, Donald
Trump.
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