Faro de Vigo
Souto evitó el concurso en 2017 gracias a un crédito de 2 millones de XesGalicia
El grupo vacía almacenes y comunica a la
plantilla en Mos que no acuda a trabajar con cargo a sus vacaciones - CC
OO y UGT instan a Gefco a que asuma responsabilidades
La crisis de Transportes Souto viene de
lejos. La compañía, el mayor transportista de la industria de automoción
en Galicia, ya había evitado por los pelos la entrada en concurso de
acreedores el año pasado gracias a un crédito de 2 millones de euros de
XesGalicia. Pero su elevado endeudamiento y la pérdida de confianza por
parte de los bancos y clientes hizo que la situación volviera
insostenible y el pasado miércoles suspendió operaciones, como avanzó
este diario. El consorcio, que da empleo a más de 1.500 personas entre personal propio, de pymes y autónomos, ya ha vaciado almacenes y comunicado por e-mail
a sus empleados que no acudan a sus puestos de trabajo a cargo de días
de vacaciones, a la espera de que comiencen las negociaciones con los
sindicatos.
El grupo estaría en preconcurso de acreedores desde
el pasado viernes, pero sus problemas de financiación se remontan años
atrás, según señalaron fuentes sindicales. Souto experimentó una fuerte
expansión en la última década, que derivó en una abultada deuda que roza
los 70 millones de euros. Esta situación a punto estuvo de forzar su
suspensión de pagos ya el año pasado, pero la inyección de un crédito de
2 millones de euros por parte de XesGalicia le permitió mantener sus operaciones. Al menos hasta la semana pasada.
Fuentes consultadas explicaron que Souto
no ha sido capaz de trazar un plan de negocio que convenza a bancos y
clientes, pese a tratarse de un gigante logístico (opera 356 vehículos
de ruta y 725 unidades de reparto) con 120.000 m2 de instalaciones por
toda España y Portugal, y que tiene al Grupo PSA,
a través de Gefco, como gran cliente. Precisamente ese fuerte vínculo
con PSA y la automoción es el que quieren explotar los sindicatos, que
aspiran a que los empleos que pueda perder Souto sean subrogados a otras
compañías del sector que presten servicios a la factoría viguesa y a
sus proveedores.
CC OO presentó este lunes una denuncia ante la
Inspección de Trabajo por supuesto alzamiento de bienes, al detectar el
desvío de gabarras y personal de Souto a una compañía vinculada a los
propietarios del grupo pero con sede en Madrid, Logixtalia, como recogió
ayer este periódico.
Este sindicato, mayoritario en el comité
(tiene tres delegados, y UGT, dos), acusa la dirección de la compañía de
"ocultismo" y de "no dar la cara" ante el personal. De hecho, empresa y
sindicatos no han vuelto a reunirse, pese a que Souto ha nombrado
interlocutor a un bufete de abogados. Ayer, los trabajadores mantuvieron
un encuentro con la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, quien les ofreció su colaboración.
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