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27 de marzo de 2015

La Voz de Galicia

La banca acepta una quita del 65 % en el concurso de la filial de compras de Blusens


Las diferencias se centran ahora en la garantía para devolver el 35 % restante en un plazo de diez años, con tres de carencia

El concurso de acreedores de la filial de compras de Blusens, en el que un grupo de cinco bancos tienen atrapados 17,5 millones de euros, encara su recta final casi 17 meses después de que se presentara de forma oficial. La empresa tiene ya en el juzgado su propuesta de convenio. Y las entidades financieras estarían dispuestas a asumir una quita del 65 % de la deuda. Las desavenencias se centran ahora en las garantías para devolver el 35 % restante. Habría consenso entre las partes para que fuera durante un plazo de diez años, con tres de carencia. Pero fuentes consultadas en los acreedores han revelado que sobre la mesa estaría la posibilidad de que el Igape pudiese responder con un aval en caso de impago de Blusens en la devolución de la parte de la deuda no condonada.


El próximo 31 de marzo finaliza el plazo para llegar a un acuerdo dentro del convenio, pero la empresa podría presentar una contrapropuesta antes del 27 de abril. Una alternativa que, al menos por ahora, no sopesa la compañía tecnológica con sede en Santiago. Según los cálculos de Blusens, con la ejecución de avales por parte de los acreedores, el porcentaje real de deuda que se va a devolver sería del 45 %. Blusens recuerda que antes de que su filial de compras entrara en concurso se devolvieron a las entidades 30 millones de euros.

La empresa confía en que se pueda cerrar un acuerdo pronto que evite la liquidación, objetivo compartido también por el pull de bancos.

El grupo de entidades financieras acreedoras está liderado por Bankia, a quien la empresa compostelana de electrónica de consumo le adeuda una cantidad de 6,2 millones de euros. Le siguen Popular, con 3,9; Abanca, con 3,7; el Santander, con 3,2 y, por último, el BBVA, con 800.000 euros.

A diferencia de lo ocurrido con otros grandes concursos a lo largo de esta prolongada crisis, en los que se han manejado cifras mareantes, en el caso de Blusens afecta solo a su filial de compras. Es decir, que incluso en un caso de liquidación, el grupo podría seguir funcionando. Sin embargo, ese escenario le cerraría el grifo del crédito en el futuro.

Blusens, icono del emprendimiento en los años de bonanza, construyó su vertiginoso ascenso con un modelo de negocio en el que el flujo constante de crédito era determinante. Un oxígeno clave para mantener el ritmo de pedidos para una compañía que cobra sus entregas a un plazo de 120 días. El estallido de la crisis y la reestructuración bancaria hizo trizas su sistema de funcionamiento. La firma trata ahora de sobrevivir en un sector con una competencia feroz, dominado por gigantes, con márgenes bajos. Todos los productos que ofrecía antes la compañía en sus reproductores se concentran ahora en los teléfonos móviles, más evolucionados.

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