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2 de mayo de 2014

Faro de Vigo


La amenaza de liquidación disparó la venta de deuda de Pescanova entre enero y marzo

Grandes fortunas como la familia Koplowitz vendieron bonos de la sociedad por más de 430.000 euros - Las desinversiones, sumando las de la banca, superan los 300 millones

El miedo es capaz de derretir los números y de hacer que una ciencia como la economía sucumba a alarmas de puro pálpito. A finales del año pasado, cuando los acreedores de Pescanova daban por hecho un pacto entre los bancos y el consorcio liderado por Damm (con Luxempart, KKR y Ergon Capital Partners), grandes fortunas como la familia Koplowitz empezaron a adquirir bonos de Pescanova. Estaban tirados de precio, con descuentos de hasta el 90%, pero esperaban que un acuerdo con los bancos revitalizara su valor y pudieran obtener plusvalías. Pero en el primer trimestre se temió por la liquidación de la compañía ante el desacuerdo de inversores y acreedores. Esto causó una espantada entre grandes fortunas que, solo a través de sus sicav, se deshicieron de más de 430.000 euros en bonos de la multinacional. Sumado a la deuda que vendió la banca española y extranjera, se eleva la venta de papel de la pesquera por encima de los 300 millones de euros.
Una de las sicav (sociedades de inversión) de Alicia Koplowitz, que depende de su family office Omega Capital, es Fermat 2006. A cierre de año esta firma, que preside Alberto Cortina Koplowitz, había decidido invertir 303.000 en la última emisión de bonos de Pescanova, que se formalizó en 2012. Con vencimiento en 2019, la pesquera emitió este tipo de deuda convertible en capital pagando un 8,75% a sus titulares. Según los datos de Fermat a cierre del trimestre, difundidos ayer, esta potentada familia fue uno de los muchos inversores que salieron de Pescanova ante la amenaza real de liquidación, que se disipó esta semana con la aprobación de la propuesta de convenio.
Otra sicav, Global Allocation -una de las más rentables del mercado-, decía en su informe del segundo semestre del año pasado lo siguiente: "Se ha incorporado una pequeña exposición en bonos de Pescanova, esperando que el valor tras la reestructuración de la compañía sea muy superior a los precios pagados, por debajo del 15%". Esto es, con una quita del 85%. Pero los responsables de esta sociedad no se hicieron caso a sí mismos y se deshicieron de 93.000 euros de la segunda emisión de bonos de Pescanova -de un total de tres- entre enero y marzo. Las sicav Algenid, Dinerinversión o J.G.B. 2005 también vendieron bonos ante el temor de que su inversión fuese irrecuperable.
Pero también la banca quiso apartarse del camino de Pescanova, que acarició la liquidación en varios momentos durante la negociación con Damm. Banco Santander, por ejemplo, se deshizo de los 75 millones que tenía de deuda en la compañía de Chapela con un 96% de descuento, con lo que apenas recuperó tres millones de euros. Con el nuevo convenio, la quita media que asumirán las entidades será del 60%, de modo que el Santander podría haber recuperado cerca de 30 millones de euros. El mismo movimiento que el banco que preside Emilio Botín lo repitieron entidades extranjeras como Rabobank, BNP y Commerzbank, con 50, 80 y 96 millones atrapados en Pescanova, respectivamente. Lo hicieron también con quitas de escándalo, tanto porque ya habían provisionado todo el riesgo como porque querían recuperar algo de dinero y no esperar a la venta de la compañía. Por último, uno de los bancos del llamado G7, que pilotará Pescanova cuando salga de concurso, intentó deshacerse de su deuda, pero no encontró comprador.
 

Cofides reclama 24,8 millones a Acuinova Chile

La Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides), que ayuda a financiar proyectos industriales de empresas españolas en todo el mundo, también está atrapada por la quiebra de una de las empresas del grupo Pescanova. Se trata de Acuinova Chile, una de las salmoneras propiedad de Pesca Chile, en situación de quiebra, que a su vez pertenece al grupo gallego. De acuerdo a la documentación entregada en el juzgado número 4 de lo Social de Santiago de Chile, Cofides reclama a Acuinova la devolución de 24,81 millones de euros.
Según la compañía, ésta suscribió tres contratos de financiación en 2010, 2011 y 2012. Los préstamos tenían vencimiento en 2017, 2018 y 2019, respectivamente. De acuerdo a la información aportada por la administración concursal, Pescanova invirtió 186 millones de euros en Chile para desarrollar el negocio acuícola de salmón. El problema es que la inversión se realizó en apenas dos años y medio (entre 2011 y abril de 2013), toda a crédito y con elevados costes de financiación.
Por otra parte, la síndico (administradora) de la quiebra, Mariclara González, se vio obligada a suspender la primera junta de acreedores de Acuinova al acudir apenas el 23,28% de ellos. Entre los asistentes sí acudió un representante del BBVA, Deutsche Bank Chile o Novartis. La síndico pondrá nueva fecha con la intención de vender cuanto antes esta importante filial del grupo gallego.

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