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8 de febrero de 2014

La Voz de Galicia


Pemex y Galicia, una relación de intereses: tecnología barata a cambio de trabajo

La petrolera necesita una flota propia y llevar conocimiento naval a México


Hijos de J. Barreras y Navantia, los dos mayores astilleros gallegos, punteros y referentes en la industria de la construcción naval en el mundo, volvieron ayer al trabajo (en un acto simbólico), después de seis años sin conseguir firmar un contrato. Y lo hacen gracias a Pemex, que eligió sus ofertas para construir dos floteles. Pero tras esta decisión de la petrolera existe toda una estrategia naval que sitúa en Galicia el epicentro de su desarrollo. Se trata de una relación de intereses sencilla: Pemex construirá su flota con la mejor tecnología y al mejor coste. A cambio, los astilleros gallegos consiguen carga de trabajo.
¿Cuáles son los planes de Pemex en materia de construcción naval?
Pemex es la única petrolera del mundo que no dispone de una flota propia. Eso encarece mucho sus operaciones, porque tiene que alquilar los buques. Su estrategia naval se basa en tres pilares: la construcción de media docena de floteles, para dar servicio a las plataformas; la renovación de la flota menor para dar apoyo a la actividad de extracción (24 barcos); y en el medio la construcción de un astillero propio en México.
¿Cómo surgió la firma de los contratos con Barreras y Navantia?
Los orígenes del acuerdo que se convirtió en concurso para la construcción de los dos floteles se remontan al año 2011, con Felipe Calderón en la presidencia de México y Suárez Coppel al frente de Pemex. La petrolera tenía unas necesidades de construcción y el naval gallego caía en picado. Las conversaciones, al más alto nivel político, fructificaron en unos contratos firmados con la filial PMI, que tenía todas las de ganar en una licitación internacional, como fue el caso, ya con Peña Nieto gobernando México y Emilio Lozoya presidiendo Pemex.
¿Por qué la petrolera eligió a los astilleros gallegos para su plan?
Si hay una prioridad en toda licitación de Pemex es el ahorro de costes. Las ofertas de Barreras y Navantia eran competitivas desde el primer momento, pero la situación se decantó definitivamente hacia Galicia desde el momento en que surgió la posibilidad de hacerse con su propio astillero.
¿Por qué y para qué compra Pemex el astillero Barreras?
La compra de Hijos de J. Barreras no entraba en los planes iniciales de Pemex, pero las dificultades del astillero, recién salido de un concurso de acreedores, para conseguir avalar el proyecto del flotel, y los problemas de su presidente, José García Costas, para conseguir socios dispuestos a participar en la ampliación de capital necesaria para la supervivencia del astillero, facilitaron el camino para la entrada de la petrolera. Por solo 5,1 millones de euros, Pemex se apropió del 51 % del mayor astillero privado de España, especializado, en los últimos años, en buques de apoyo a la industria del petróleo, y pionero en Europa en la construcción del primer barco hotel, en el que se inspiró la compañía mexicana para encargar las dos unidades licitadas.
¿Qué papel van a jugar otros astilleros gallegos en futuros pedidos?
La compra de Barreras ha cambiado los planes iniciales de Pemex. En principio, la petrolera tenía previsto repartir un multipedido de 24 unidades correspondientes al plan de renovación de la flota menor, a sociedades mixtas constituidas por astilleros gallegos y mexicanos. Ahora, todos sus proyectos pasarán por Barreras, incluido este, aunque la petrolera no ha querido detallar todavía en qué medida. Lo previsible es que asuma el desarrollo técnico, y que la construcción se derive a otros astilleros.
¿Se irá Pemex de Barreras cuando construya su flota?
La pregunta está en el aire. De momento, la petrolera ya está buscando terrenos en Altamira (México) para construir la filial mexicana de Barreras.

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