Pemex y Galicia, una relación de intereses: tecnología barata a cambio de trabajo
La petrolera necesita una flota propia y llevar conocimiento naval a México
Hijos de J. Barreras y Navantia, los dos mayores
astilleros gallegos, punteros y referentes en la industria de la
construcción naval en el mundo, volvieron ayer al trabajo (en un acto
simbólico), después de seis años sin conseguir firmar un contrato. Y lo
hacen gracias a Pemex, que eligió sus ofertas para construir dos
floteles. Pero tras esta decisión de la petrolera existe toda una
estrategia naval que sitúa en Galicia el epicentro de su desarrollo. Se
trata de una relación de intereses sencilla: Pemex construirá su flota
con la mejor tecnología y al mejor coste. A cambio, los astilleros
gallegos consiguen carga de trabajo.
¿Cuáles son los planes de Pemex en materia de construcción naval?
Pemex es la única petrolera del mundo que no
dispone de una flota propia. Eso encarece mucho sus operaciones, porque
tiene que alquilar los buques. Su estrategia naval se basa en tres
pilares: la construcción de media docena de floteles, para dar servicio a
las plataformas; la renovación de la flota menor para dar apoyo a la
actividad de extracción (24 barcos); y en el medio la construcción de un
astillero propio en México.
¿Cómo surgió la firma de los contratos con Barreras y Navantia?
Los orígenes del acuerdo que se convirtió en
concurso para la construcción de los dos floteles se remontan al año
2011, con Felipe Calderón en la presidencia de México y Suárez Coppel al
frente de Pemex. La petrolera tenía unas necesidades de construcción y
el naval gallego caía en picado. Las conversaciones, al más alto nivel
político, fructificaron en unos contratos firmados con la filial PMI,
que tenía todas las de ganar en una licitación internacional, como fue
el caso, ya con Peña Nieto gobernando México y Emilio Lozoya presidiendo
Pemex.
¿Por qué la petrolera eligió a los astilleros gallegos para su plan?
Si hay una prioridad en toda licitación de Pemex
es el ahorro de costes. Las ofertas de Barreras y Navantia eran
competitivas desde el primer momento, pero la situación se decantó
definitivamente hacia Galicia desde el momento en que surgió la
posibilidad de hacerse con su propio astillero.
¿Por qué y para qué compra Pemex el astillero Barreras?
La compra de Hijos de J. Barreras no entraba en
los planes iniciales de Pemex, pero las dificultades del astillero,
recién salido de un concurso de acreedores, para conseguir avalar el
proyecto del flotel, y los problemas de su presidente, José García
Costas, para conseguir socios dispuestos a participar en la ampliación
de capital necesaria para la supervivencia del astillero, facilitaron el
camino para la entrada de la petrolera. Por solo 5,1 millones de euros,
Pemex se apropió del 51 % del mayor astillero privado de España,
especializado, en los últimos años, en buques de apoyo a la industria
del petróleo, y pionero en Europa en la construcción del primer barco
hotel, en el que se inspiró la compañía mexicana para encargar las dos
unidades licitadas.
¿Qué papel van a jugar otros astilleros gallegos en futuros pedidos?
La compra de Barreras ha cambiado los planes
iniciales de Pemex. En principio, la petrolera tenía previsto repartir
un multipedido de 24 unidades correspondientes al plan de renovación de
la flota menor, a sociedades mixtas constituidas por astilleros gallegos
y mexicanos. Ahora, todos sus proyectos pasarán por Barreras, incluido
este, aunque la petrolera no ha querido detallar todavía en qué medida.
Lo previsible es que asuma el desarrollo técnico, y que la construcción
se derive a otros astilleros.
¿Se irá Pemex de Barreras cuando construya su flota?
La pregunta está en el aire. De momento, la
petrolera ya está buscando terrenos en Altamira (México) para construir
la filial mexicana de Barreras.
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