Pescanova decide en qué se va a convertir
Pasará de tener 10.000 a 1.250 empleados si se transforma en una compañía doméstica - Damm no quiere disgregar el grupo; la banca acreedora opta por sacrificar la acuicultura
Pescanova se hizo mayor muchas veces. Lo hizo con la crisis de las 200 millas en los 80, cuando fue rescatada por la Xunta de Fraga (frente a la OPA de Unilever) o, literalmente, cuando duplicó su tamaño entre 2005 y 2009, al pasar de 640 millones de activos fijos a 1.129. Fruto de esta expansión, pagada a crédito, afronta ahora su reválida: la continuidad o la liquidación. - incluso, aún dentro de esta disyuntiva, su futuro como grupo multinacional o su conversión en una empresa más local, más pequeña. La compañía decide en menos de veinte días qué Pescanova a ser.
1 - ¿Por qué veinte días? El 28 de febrero (hay un día de gracia, el 3 de marzo) es el tope para la presentación de propuestas de convenio. La banca considera que este es el deadline, la línea roja. "Para sacar adelante un convenio es necesario haberlo acordado con una masa importante de acreedores, para asegurarte que saldrá adelante", explican fuentes jurídicas expertas en materia concursal. El texto "debe estar preacordado". Dado que la mayor parte de la deuda está en manos de la banca, los inversores que quieran pujar por Pescanova tienen que llegar a un acuerdo previo con las entidades. A día de hoy no existe. Y, lo que es más preocupante, "es improbable que haya progresos hacia una mejora en las ofertas", advierten los bancos en notas internas.
2 - ¿Y si no hay acuerdo? La banca está dispuesta a tomar el control. Son ocho los bancos que capitanean su "plan de contingencia": Sabadell, Popular, NCG, Bankia, CaixaBank, Santander, BBVA y UBI Banca. Los gigantes Deutsche Bank, Commerzbank, Rabobank y HSBC apoyarán esta iniciativa si mejora a las demás. Esto es, si conlleva menos pérdidas (menos quita) para ellos. Su tope es condonar un 70% de la deuda. Dicho de otro modo, recuperar entre 900 y 1.000 millones de euros y dar por perdidos otros 2.000.
3 - ¿Qué harían los bancos? Centrarse en España, en el negocio que pivota alrededor de la matriz. Se desharían de inicio de las filiales de Chile, Guatemala y Portugal, como avanzó ayer FARO. Son negocios no rentables a día de hoy. Los bancos explican que se centrarían en preservar los empleos de Pescanova en España.
4 - ¿Qué plantilla tiene en España? Alrededor de 1.250 personas, según los últimos datos disponibles. En Galicia opera básicamente con Frivipesca Chapela (292 personas), Pescanova Alimentación (75), Pescanova (matriz, 48), Bajamar Séptima (138), Frigodis (23), Pescafresca (9), Frinova (202), Novapesca (el banco malo del grupo, 11) e Insuiña (170). La trader (comercializadora) es Pescafina y está en Madrid, con 58 empleados. En Valencia tiene Fricatamar (102) y Pescafina Bacalao (93 trabajadores).
5 - ¿En qué se convertiría Pescanova? Para empezar, en una pesquera más pequeña. Dejaría de comercializar salmón (el suyo propio, al menos), ya que las únicas plantas acuícolas que producen esta especie son las que tiene en Chile (Acuinova y Nova Austral). Reduciría su producción de langostino vannamei y diría adiós definitivamente a su aspiración de convertirse en el primer productor de rodaballo del mundo, por delante de Stolt Sea Farm.
6 - ¿La banca se quedaría con la empresa? No. Los bancos recapitalizarían la compañía para estabilizarla y la pondrían en el mercado. Pescanova quedaría de nuevo a merced de un futuro o futuros inversores, ya que podría venderse entera o por partes. En todo caso, las entidades insisten una y otra vez en que su intención no es quedarse con la multinacional, sino llegar a un acuerdo con un inversor.
7 - ¿Hay alternativa? Sí, que la banca y los inversores acerquen posturas. Grupo Damm ofrece un "proyecto industrial", con la preservación del grupo. Centerbridge y BlueCrest también optan a quedarse Pescanova y tienen el apoyo de los grandes bonistas, aunque no han detallado su proyecto. Damm llegó a ofrecer en Chile el pago del alimento de la biomasa para evitar la muerte de los peces, pero no aceptaron (ahora allí están de vacaciones). La administración concursal de la chilena Acuinova ha despedido ya a 956 personas. Algunas serán recontratadas. Tanto Damm como los fondos ofrecen una inyección de capital de entre 250 y 300 millones a cambio de quitas que rondan el 80%. Si se acercan al 70% habrá acuerdo; de lo contrario, podrá prosperar el plan de la banca.
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