Pescanova busca respaldo de bancos acreedores en España para evitar ser declarada en quiebra
La española Pescanova ha iniciado conversaciones con más de 100 bancos acreedores, en un intento por salvar el afectado grupo de pescado congelado de la liquidación y evitar el mayor colapso industrial desde el inicio de la crisis económica española.
El directorio de Pescanova quiere que los bancos acepten un recorte de 70% a 80% en préstamos valorados en un total de US$ 2.456 millones, pero dice que sus propuestas han sido rechazadas. Ahora debe cumplir el plazo del 3 de marzo, el último día en el que las propuestas para resolver el punto muerto de la deuda pueden ser puestas a discusión ante el tribunal de quiebra.
Las partes luego tienen otro mes para finalizar el acuerdo. Si no se encuentra ninguna solución al 3 de abril, el grupo será declarado en quiebra, poniendo en riesgo 2.000 empleos en España y otros 12.000 en fábricas y cultivos de peces en el resto del mundo.
“Los bancos tienen la llave para que el grupo sobreviva”, dijo Juan Manuel Urgoiti, quien fue designado presidente del directorio en septiembre de 2013. “Nuestro objetivo es salvar el grupo y salvarlo en su forma actual”.
Urgoiti dijo que el grupo se mantenía como un “negocio viable” siempre y cuando sus problemas de deuda puedan ser resueltos, y advirtiendo que las consecuencias de dejar que Pescanova quiebre serían “brutales” para la economía española. “No tiene sentido en absoluto liquidar la compañía”, agregó, argumentando que una división y venta de los activos de Pescanova dejaría a los bancos con menos dinero del que se podría ganar como parte de un acuerdo de reestructuración.
Pescanova golpeó el mercado el año pasado cuando no presentó sus cuentas para 2012. Una auditoría de Deloitte dio a conocer que el grupo tenía deudas de US$ 4.912 millones, más de tres veces de lo manifestado en sus cuentas oficiales.
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