PÁGINAS

Translate

31 de enero de 2014

El Pais

Feijóo cifra en 600 millones la inversión de Pemex y dice que “aún dará más de sí”

“Las cifras son elocuentes para los que decían que esto era una estafa electoral”


El final de la agonía de 16 meses aguardando por los cacareados contratos de Pemex dejó paso ayer a la satisfacción y el optimismo del presidente de la Xunta, tras ver concluidas con éxito sus interminables gestiones ante el Gobierno de México y la petrolera. La concesión de los dos floteles a los astilleros de Barreras y Navantia, además de los otros cinco buques comprometidos por la multinacional americana con la factoría viguesa, sumarán una inversión de 600 millones de euros, según los cálculos de Alberto Núñez Feijóo. “Y la alianza con Pemex aún puede y tiene que dar más de sí”, aseguró el presidente tras el Consello de la Xunta.
Feijóo explicó que la larga espera por los contratos anunciados en septiembre de 2012 se debió fundamentalmente al relevo en la presidencia del Gobierno mexicano, en el que Enrique Peña Nieto reemplazó a Felipe Calderón, que a su vez implicó cambios también en la cúpula de la petrolera pública. Y a eso, según el presidente, se unió la “inseguridad jurídica” creada en el sector naval después de que la Unión Europea decidiese exigir la devolución de los incentivos fiscales a los astilleros, el llamado tax lease. Con todo, Feijóo insistió en que los contratos nunca estuvieron en peligro e incluso sostuvo que lo único que decidió Pemex el pasado martes fue “la fecha de inicio de la construcción de los barcos”.
En el capítulo de parabienes, Feijóo tuvo una dedicatoria especial para Peña Nieto y para el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. La cooperación con Pemex, además de “reforzar la marca Galicia” supone una “esperanza fundada” para un sector naval que “empieza a funcionar”. Y no faltó tampoco, claro está, un apartado de reproches a la oposición por haber puesto en duda la existencia de los contratos: “Las cifras de inversión son lo suficientemente elocuente para todos los que decían que la alianza [con Pemex] era una estafa electoral, un reclamo político o una gran mentira”.
Mientras, los trabajadores de Navantia Fene y Ferrol no tardaron ni un día en salir al paso para pedir a los gobiernos del PP en las Administraciones central, autonómica y local que se mojen para lograr cuanto antes nuevos contratos. Quieren contrarrestar el “efecto Pemex” con el que la Xunta pretende, dicen, “anestesiar” las movilizaciones del sector “como si dos barcos fueran la salvación del naval gallego” y no se cansan de repetir que el flotel es una tirita para una hemorragia. En el punto álgido de la construcción, el buque ocupará a 500 de 2.000 trabajadores directos y, a unas pocas docenas de auxiliares, calculan. “Insuficiente”, repiten los presidentes de los comités de Fene y Ferrol, Jorge Prieto e Ignacio Naveiras, ambos de CC OO.
Piden al Ejecutivo que ponga “toda la carne en el asador” por otro contrato más jugoso, el de las plataformas marinas para eólicos que Iberdrola adjudicará en primavera. Supondría casi dos millones de horas de trabajo para Navantia. Los sindicatos no quieren que vuelva a ocurrir lo mismo que ya sucedió con Gas Natural, otra empresa española que contrató en Asia cuatro gaseros y a la que siguen reclamando un quinto buque para Ferrol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario