Vulcano asegura la viabilidad del astillero, que está condenado
un juez lo condena por la quiebra de su filial Juliana. impone una multa de 25 millones, que el astillero recurrirá
Factorías Vulcano recurrirá la sentencia del juzgado mercantil número 1 de Oviedo, que declara culpable el concurso de acreedores del astillero Juliana y que condena a la empresa viguesa a pagar 25 millones de euros de multa e impone 500.000 euros de multa a tres de sus directivos.
La compañía mostró su desacuerdo con el fallo y asegura que 'en nada afecta a la viabilidad ni a la gestión' del astillero y que sigue manteniendo su plan de viabilidad, 'intensificando la búsqueda de carga de trabajo', tanto para el ferry que se encuentra en la grada viguesa como para la construcción de posibles nuevas unidades.
La empresa señaló que el importe que establece el juzgado de Oviedo 'ya estaba provisionado' en el concurso de acreedores de Vulcano, siendo un crédito subordinado que, 'en el peor de los casos', obligaría a pagar 'solo un 20 por ciento' de la cantidad reclamada. Además, el pago ser haría entre los años 2022 y 2031, por lo que la sentencia 'no afecta en absoluto a la viabilidad del astillero'.
En lo que respecta a la condena a los directivos, Vulcano indica que éstos siguen trabajando 'con la confianza y apoyo de la propiedad del astillero' y que seguirán actuando 'con plena capacidad de acción, gestión y representación'. 'Cabe recordar que dichos directivos son únicamente responsabilizados en su calidad de cabeza visible de Vulcano en Juliana', apuntaron fuentes de la empresa. Se trata de Fernando Santodomingo, José Domínguez y José Luis Méndez.
El juez considera que tanto Vulcano, como sus administradores, gestionaron Juliana y concretamente la subcontratación de tres buques sísmicos a armadores noruegos con actitud de 'vampirismo' sobre la dominada. El objetivo sería salvar la difícil situación económica de la firma gallega sin tener en cuenta los perjuicios ocasionados a la planta gijonesa. Para el juez, Vulcano 'expolia de facto a Juliana en claro detrimento de sus acreedores, del mismo modo que a quien se amputa un miembro gangrenado sin tener en cuenta que en este caso el miembro tenía vida propia, una personalidad jurídica diferenciada y unos acreedores de protección como los acreedores de la matriz'. 'Tan solo miró por su supervivencia, sacrificando a su filial, lo que sin duda constituye, cuando menos, un dolo eventual', argumenta el magistrado en la sentencia.
La empresa señaló que el importe que establece el juzgado de Oviedo 'ya estaba provisionado' en el concurso de acreedores de Vulcano, siendo un crédito subordinado que, 'en el peor de los casos', obligaría a pagar 'solo un 20 por ciento' de la cantidad reclamada. Además, el pago ser haría entre los años 2022 y 2031, por lo que la sentencia 'no afecta en absoluto a la viabilidad del astillero'.
En lo que respecta a la condena a los directivos, Vulcano indica que éstos siguen trabajando 'con la confianza y apoyo de la propiedad del astillero' y que seguirán actuando 'con plena capacidad de acción, gestión y representación'. 'Cabe recordar que dichos directivos son únicamente responsabilizados en su calidad de cabeza visible de Vulcano en Juliana', apuntaron fuentes de la empresa. Se trata de Fernando Santodomingo, José Domínguez y José Luis Méndez.
El juez considera que tanto Vulcano, como sus administradores, gestionaron Juliana y concretamente la subcontratación de tres buques sísmicos a armadores noruegos con actitud de 'vampirismo' sobre la dominada. El objetivo sería salvar la difícil situación económica de la firma gallega sin tener en cuenta los perjuicios ocasionados a la planta gijonesa. Para el juez, Vulcano 'expolia de facto a Juliana en claro detrimento de sus acreedores, del mismo modo que a quien se amputa un miembro gangrenado sin tener en cuenta que en este caso el miembro tenía vida propia, una personalidad jurídica diferenciada y unos acreedores de protección como los acreedores de la matriz'. 'Tan solo miró por su supervivencia, sacrificando a su filial, lo que sin duda constituye, cuando menos, un dolo eventual', argumenta el magistrado en la sentencia.
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