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31 de octubre de 2013

La Voz de Galicia


Pescanova empieza a encoger con la pérdida de las primeras filiales

La cúpula ultima el cierre de Pesca Chile, y Acuinova enfila la disolución

Pescanova tiene más valor íntegra que disgregada, según el plan de futuro de la compañía que elabora PwC. Sin embargo, la consultora condiciona la viabilidad del grupo a la venta de activos, empezando por las filiales extranjeras, y eso es lo que ya ha comenzado a ocurrir. El presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, regresó ayer de Chile, en donde ha estado para acelerar el proceso de liquidación de Pesca Chile, en quiebra desde el pasado mes de marzo, según confirmaron fuentes conocedoras de las negociaciones, que fijan la fecha de venta mediante subasta de la empresa en noviembre, en lugar de diciembre como estaba previsto.
La firma arrastra una deuda de 172,6 millones de euros y entre sus mayores acreedores se encuentra la propia matriz, Pescanova, con 31 millones; por detrás de BPI, con 36 millones.
Con la compañía chilena, Pescanova se desprenderá de una flota integrada por nueve barcos (la más grande del grupo dedicada a la pesca para el consumo humano) y de dos de sus filiales (Acuinova Chile y Nova Austral), pese a no estar, ninguna de las dos, inmersas en este proceso, sí están bajo la tutela del administrador del concurso.
Entre los interesados en la puja se encuentran la noruega Marine Harvest, la chilena Multiexport y la canadiense Cooke Aquaculture.
Pesca Chile no será el primer activo del que se desprenderá Pescanova. El titular del Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Pontevedra decretó el pasado martes la disolución de las tres sedes filiales del grupo en Andalucía, ubicadas en Ayamonte, San Fernando y Sanlúcar de Barrameda, que operaban bajo la denominación de Acuinova.
Esta última compañía solicitó el concurso voluntario de acreedores para poder hacer frente al volumen de deuda generado, ya que, según figura en el expediente de extinción de empleo, se consideraba viable la continuación de la actividad mediante un convenio que implicase una reducción del pasivo.
Más activos en peligro
Incierto también es el futuro de Pescanova Brasil, en concurso de acreedores, que, según fuentes del grupo, ha visto mermada su producción por problemas en el proceso productivo de tilapia.
Cumple recordar también que un juzgado de Buenos Aires declaró el pasado 4 de junio en concurso preventivo de acreedores a Argenova, filial argentina de Pescanova. Pese a ello, la empresa sigue con su actividad normal, dedicada a la captura, industrialización y exportación de crustáceos, cefalópodos y pescado.
Otro de los problemas que tiene que despejar Pescanova es el de la macroplanta de acuicultura de rodaballo que la multinacional posee en la localidad de Mira (Portugal), que no ha logrado estar a pleno rendimiento, tras invertir en ella 140 millones de euros.

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