Pescanova empieza a encoger con la pérdida de las primeras filiales
La cúpula ultima el cierre de Pesca Chile, y Acuinova enfila la disolución
Pescanova tiene más valor íntegra que disgregada, según
el plan de futuro de la compañía que elabora PwC. Sin embargo, la
consultora condiciona la viabilidad del grupo a la venta de activos,
empezando por las filiales extranjeras, y eso es lo que ya ha comenzado
a ocurrir. El presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, regresó
ayer de Chile, en donde ha estado para acelerar el proceso de
liquidación de Pesca Chile, en quiebra desde el pasado mes de marzo,
según confirmaron fuentes conocedoras de las negociaciones, que fijan la
fecha de venta mediante subasta de la empresa en noviembre, en lugar de
diciembre como estaba previsto.
La firma arrastra una deuda de 172,6 millones de
euros y entre sus mayores acreedores se encuentra la propia matriz,
Pescanova, con 31 millones; por detrás de BPI, con 36 millones.
Con la compañía chilena, Pescanova se desprenderá
de una flota integrada por nueve barcos (la más grande del grupo
dedicada a la pesca para el consumo humano) y de dos de sus filiales
(Acuinova Chile y Nova Austral), pese a no estar, ninguna de las dos,
inmersas en este proceso, sí están bajo la tutela del administrador del
concurso.
Entre los interesados en la puja se encuentran la
noruega Marine Harvest, la chilena Multiexport y la canadiense Cooke
Aquaculture.
Pesca Chile no será el primer activo del que se
desprenderá Pescanova. El titular del Juzgado de lo Mercantil Número 1
de Pontevedra decretó el pasado martes la disolución de las tres sedes
filiales del grupo en Andalucía, ubicadas en Ayamonte, San Fernando y
Sanlúcar de Barrameda, que operaban bajo la denominación de Acuinova.
Esta última compañía solicitó el concurso
voluntario de acreedores para poder hacer frente al volumen de deuda
generado, ya que, según figura en el expediente de extinción de empleo,
se consideraba viable la continuación de la actividad mediante un
convenio que implicase una reducción del pasivo.
Más activos en peligro
Incierto también es el futuro de Pescanova
Brasil, en concurso de acreedores, que, según fuentes del grupo, ha
visto mermada su producción por problemas en el proceso productivo de
tilapia.
Cumple recordar también que un juzgado de Buenos
Aires declaró el pasado 4 de junio en concurso preventivo de acreedores
a Argenova, filial argentina de Pescanova. Pese a ello, la empresa
sigue con su actividad normal, dedicada a la captura, industrialización y
exportación de crustáceos, cefalópodos y pescado.
Otro de los problemas que tiene que despejar
Pescanova es el de la macroplanta de acuicultura de rodaballo que la
multinacional posee en la localidad de Mira (Portugal), que no ha
logrado estar a pleno rendimiento, tras invertir en ella 140 millones de
euros.
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