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26 de septiembre de 2013

La Opinion de La Coruña

La banca española en pleno negocia el convenio para salvar a Pescanova


Los bancos acreedores nacionales se reúnen hoy por iniciativa de las entidades del llamado "núcleo duro" y de la multinacional pesquera - "El objetivo principal es salir del concurso"

El acuerdo entre la administración concursal y la banca incluirá quita y capitalización

Cambio de rumbo en las negociaciones entre la banca acreedora y Pescanova. Los bancos, liderados por el llamado núcleo duro (Banco Sabadell, Popular, NCG Banco, Bankia, CaixaBank, BBVA y Santander) han decidido sumar a los contactos al resto de entidades estatales, entre las que están Kutxa Bank, Liberbank, Banco Etcheverría o Cajamar, de cara a sumar el mayor número de apoyos posible para negociar el convenio de acreedores. Se trata de un cambio total en el planteamiento para "refundar el steering committee" (comité de seguimiento) y que esté representado el mayor porcentaje posible de acreedores. "Cuantos más apoyos tenga la propuesta de convenio y más porcentaje de deuda representada, más posibilidades habrá de levantar el concurso". En este sentido, y por primera vez, fuentes consultadas por este diario hablan de una "un plan mixto". Esto es, aplicar una quita en la deuda y, a la vez, canjear el resto por acciones (capitalización).

Hoy se reúnen en Madrid todas las entidades acreedoras españolas con la administración concursal de Pescanova, Deloitte. La iniciativa para sumar al resto de bancos ha sido del núcleo duro y del nuevo consejo de administración de la pesquera, controlado por Grupo Damm y presidido por Juan Manuel Urgoiti. Su perfil financiero, reconocen directivos conocedores de la negociación, ha sido "determinante" para relanzar el comité de seguimiento de la banca con Pescanova y el de hablar directamente con el mayor número de bancos posible. El propio grupo de los siete (los principales acreedores), representará en el futuro al resto de las entidades estatales.

A continuación es cuando se hablará con Deutsche Bank. La intención de todas las partes es que el banco alemán entre en las negociaciones, como avanzó este diario, para que actúe de representante de la banca internacional. A ésta última le corresponden dos tercios de la deuda bancaria del grupo pesquero (unos 2.000 millones de euros), y hasta la fecha estaban al margen de cualquier contacto con la empresa. De hecho ni Deutsche Bank ni Commerzbank quisieron participar de la línea de crédito de 56 millones que recibió Pescanova este verano.

La refundación del steering committee -desapareció cuando la antigua cúpula de Pescanova solicitó el concurso de forma repentina y sin negociar con la banca- tiene como cometido superar el concurso. Esto permite iniciar una fase de convenio y no ir directamente a una de liquidación, aspecto que no se considera ni en Deloitte ni en la banca (al menos la española).

Con un pasivo que supera ampliamente los 3.600 millones de euros y un enterprise value (valor de la masa activa de la empresa) de apenas 2.000 millones, "no puede ser todo quita o todo capitalización". Por eso entra en escena la propuesta mixta. Toda vez los siete principales bancos suman un pasivo con Pescanova de más de 1.000 millones, y aunque el convenio de acreedores incluya una quita, canjearán una parte sustancial de la deuda por acciones de la empresa. La apuesta no es mala si se tiene en cuenta que la multinacional facturó 700 millones en siete meses -en plena suspensión de pagos- y el beneficio bruto es positivo. Lo que deba ser enajenable en el grupo es algo que ya deberá incluirse en el plan de viabilidad que prepara PricewaterhouseCoopers.

Si, llegado el momento, el 75% de la deuda -de los acreedores- estuviera a favor de la propuesta de convenio, el juez concursal (del Mercantil de Pontevedra, Roberto de la Cruz) podría aprobarlo directamente por lo que se llama un acuerdo de homologación judicial. Pescanova cerraría, si esto se produce, el tercer concurso de acreedores más grande de la historia empresarial de nuestro país.

El consejo de administración de Pescanova recibió ayer información de primera mano de los administradores concursales sobre la actividad ordinaria de la compañía, en concurso desde abril, y se felicitó por el "mantenimiento de objetivos comerciales y perspectivas de cara al mercado navideño".


El juez Ruz ordena embargar todas las cuentas de Sousa y su esposa en Portugal

El 4 de septiembre el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el caso Pescanova, ordenó el embargo de cuentas de varias sociedades del expresidente del grupo, Manuel Fernández de Sousa, en Banco Etcheverría. Hizo lo propio también con cuentas de su titularidad y de su esposa después de que la Policía de Portugal bloquease una transferencia que, supuestamente, la esposa de Sousa intentó realizar a China por 4.236.000 euros.

El Ministerio fiscal considera ahora que, "a la espera de recibir mayor información, se desconoce si entre ellas (por las cuentas bloqueadas) se encuentran las cuentas en las que tienen su origen las transferencias de fondos recibidas" en Portugal. "Se desconoce igualmente si en Portugal existen otras cuentas abiertas a nombre de las anteriores personas", por Fernández de Sousa y Rosario Andrade. Atendiendo a los criterios de la Fiscalía, el juez Ruz notificó ayer un nuevo auto en el que ordena el "bloqueo, embargo y puesta a disposición" de "todas las cuentas bancarias" abiertas en Portugal a nombre de Kiwi España, Quinta do Sobreiro (ambas con Sousa como administrador único), Rosario Andrade Detrell y Manuel Fernández de Sousa Faro". El montante del capital ya bloqueado supera los 711.000 euros.



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