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30 de abril de 2013

Industrias Pesqueras

Pescanova: 52 años de actividad pesquera


Constituida en 1960, la multinacional gallega se ha posicionado en los principales caladeros y ha creado una red comercial y convirtiéndose en la primera empresa española con marca propia. Las fuertes inversiones realizadas en acuicultura han situado a la empresa en una situación de insolvencia mientras mantiene la actividad y el nivel de ingresos por venta en constante crecimiento. La multinacional, con más de 10.000 empleados, estudia como refinanciar su deuda.

El 23 de junio de 1960 se constituyó, en Vigo, Pescanova. Su primer Consejo de Administración estaba compuesto por José Fernández López, presidente; Valentín Paz-Andrade, vicepresidente; Carlos Barreras, secretario del Consejo; y Álvaro Gil Varela. Posteriormente se integrarían Román Fernández Davila y Antonio Pedrosa Latas, vocales. Su primera oficina se abrió en la céntrica calle Príncipe de la ciudad olívica y posteriormente se trasladaría a Beiramar, 49. En el año 1964, Pescanova compra las instalaciones que la empresa bacaladera Copiba tenía en Chapela, en el interior de la ría de Vigo, y a partir de ese momento comienza su expansión si bien el grupo ya había comenzado a internacionalizarse desde el momento de su constitución. A mediados de los 60 constituye su primera empresa en el extranjero, Afripesca, con sede en Guinea Ecuatorial y comienza a asentarse en Chile, Argentina, Namibia, Sudáfrica, Australia,... hasta convertirse en la empresa líder de la pesca en España y una de las mejores posicionadas en el mundo.

Casi 53 años después, el 1 de marzo el Grupo Pescanova solicitó a la Comisión Nacional de Mercado de Valores que “ante la incertidumbre de poder afirmar el principio contable de gestión continuada (el going concern) en relación a lo hechos posteriores al cierre de las cuentas anuales de 2012 ha procedido, de momento, a no formular las cuentas anuales en tanto en cuanto no se den con carácter inminente una de las dos condiciones siguientes:

-La certeza de la venta de ciertos activos de la actividad de cultivo del salmón, reclasificados para la venta.

-O, la renegociación de la deuda a través del inicio del procedimiento establecido en el 5 BIS de la Ley Concursal.

Pudiéndose dar una u otra situación con efectos dispares sobre la cotización de la acción, Pescanova pone de manifiesto estos hechos a los efectos de que esa CNMV evalúe la conveniencia de suspender cautelarmente la cotización de la acción”. Con este breve comunicado y la posterior suspensión de la cotización de la empresa se abría la caja de los truenos y las especulaciones informativas sobre qué sucede en una de las empresas líderes de la pesca y que, además está considerada una de las mejor posicionadas en los mercados, tanto de productos pesqueros como bursátiles.

Posteriormente se han producido una serie de hechos relevantes comunicados a la CNMV como la comunicación por parte del grupo de que “hemos detectado discrepancias entre nuestra contabilidad y las cifras de deuda bancaria, discrepancias que pudieran ser significativas y que estamos en proceso de revisión y conciliación”. Al cierre de esta edición se celebra un Consejo de Administración del Grupo con el objetivo de analizar la situación mientras que los bancos acreedores buscan una solución a la refinanciación de la deuda.

CAPACIDAD DE SUPERACIÓN

Una de las cualidades más salientables del Grupo es su capacidad de innovación y así con la construcción del primer buque dotado de congelación a bordo, el “Lemos” que junto con el “Andrade” se aventuraron a explorar el Atlántico sur, el primero hacia Sudamérica y el segundo hacia África del Sur, Pescanova se convirtió en la primera empresa de productos pesqueros congelados y facilitó la expansión del congelado con la financiación de los arcones frifgoríficos en las cadenas de supermercados. La flota creció de manera constante en los primeros años con la incorporación del “Pambre”, “Doncos”, “Sotomayor”, “Sobroso”, “Villalba” o “Vimianzo” e incluso el “Galicia”, el primer barco factoría de la empresa.

Los retos empresariales de Pescanova han sido sucesivos: creación de una red logística propia, establecimiento en países terceros vía sociedades mixtas, lanzamiento de una marca, creación de plantas de elaboración en origen y en destino, apuesta por la acuicultura e innovación constante del producto en el mercado así como de sus mensajes comerciales siendo pionera en destacar los beneficios para la salud del consumo de pescado, avalados por estudios científicos. El Grupo Pescanova ha asentado su actividad en la producción de materias primas por dos vías: la pesca extractiva y la acuicultura. Su estrategia empresarial se complementa con una fuerte red comercial, con una potente marca ampliamente reconocida ya que la empresa ha apostado por consolidar su posición marquista apoyando esta política en la diferenciación de sus productos así como en la calidad y la proximidad al consumidor.

Actualmente, el Grupo Pescanova está compuesto por más de 160 empresas entre sociedades que dependen directamente y en su totalidad del Grupo, filiales y empresas subsidiarias, sociedades participadas y uniones estratégicas o sociedades mixtas. Pescanova está presente en los 5 continentes, en más de 20 países, tiene una flota propia de más de 100 buques, cerca de 50 instalaciones de acuicultura, más de 30 plantas de procesamiento, procesa más de 70 especies marinas, vende con 16 marcas comerciales propias y emplea a 10.278 personas.

Su patrimonio neto asciende a 531 millones de euros, el capital social es de 116 millones de euros y su beneficio bruto de explotación en 2011 ascendió a 183 millones de euros, un 12,35 % superior al ejercicio precedente. Además sus ventas mantienen un ritmo creciente. En 2010, el Grupo facturó un total de 1.564 millones de euros y en 2011, 1.670 millones. De este total, el 72 % se destina a la exportación en mercados de la Unión Europea, principalmente Portugal, Italia, Grecia, Croacia y Francia mientras que el 28 % restante se destina a mercados externos en Australia, Brasil, China, Colombia, República Dominicana, Sudáfrica, Malasia, Líbano o Puerto Rico.

Esta internacionalización le permite mantener una importante actividad en Vigo. La multinacional ha tenido siempre claros sus orígenes gallegos y partiendo de Galicia como su sede central ha ido creando y consolidando empresas por todo el mundo así como una importante red comercial que le ha permitido seguir manteniendo sus orígenes y competir en un contexto económico globalizado. Además, alrededor de la actividad de Pescanova se ha creado y consolidado un planetario de empresas afines al sector pesquero de gran calidad en prestación de servicios y suministros. Y ha sido la puerta de entrada al asentamiento de otras empresas de frío. En la actualidad, a través del puerto de Vigo se mueven en torno a 850.000 toneladas de productos pesqueros congelados, la gran mayoría procedentes de terceros países vía contenedor y pertenecientes a empresas asentadas en la zona.

Según la memoria correspondiente al ejercicio económico 2011, su cuenta de explotación arroja beneficios y mantiene alianzas estratégicas con el sector de la distribución que le garantiza un alto volumen comercial. Tiene ventas, activos, beneficios y está asentada en los principales mercados y, lo que es su mayor patrimonio, en el mundo de la pesca cuenta con una marca reconocida y con derechos de pesca en los caladeros más productivos. Pescanova es, sin duda, una experiencia que surgió en los años 60 y que en la actualidad sería imposible repetir.

DESAJUSTE FINANCIERO PUNTUAL

¿Dónde radica entonces la debilidad de Pescanova que le ha llevado a solicitar el preconcurso de acreedores? En su elevado nivel de endeudamiento con vencimientos a corto plazo que la propia compañía explica en su memoria anual que “es práctica habitual su renovación”. Sin embargo, en el contexto financiero actual se han cambiado las reglas de juego y las entidades financieras no siempre aceptan la renovación inmediata de los préstamos y créditos a corto plazo.

Para poder solucionar el desajuste de deuda, Pescanova se acogió al 5 BIS que le permite suspender pagos por un periodo de tres meses durante los cuales la empresa busca la solución que más se ajusta a sus necesidades. Por un lado, negocia la deuda con las entidades bancarias, con la dificultad de que ésta está concentrada en un “pool” bancario constituido por 20 entidades financieras, cada una con sus propias políticas económicas. Y, por otro lado, la venta de activos que en este momento la empresa considera como “no estratégicos”. Concretamente, Pescanova se plantea la venta de las instalaciones de salmón que posee en Tierra de Fuego en Chile, con la fortaleza de encontrarse ubicadas en una de las zonas más limpias de la región y que ya quedaron al margen del temible virus ISA en los últimos años. De hecho durante la crisis ISA, la industria salmonera chilena se contrajo en torno a un 30 %, un porcentaje que en el caso de Pescanova se redujo hasta el 5 % precisamente por ese menor impacto.      

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