Así es el nuevo «tax lease» que el naval holandés quiere recurrir
El sistema español ofrece incentivos un 20 % inferiores a los de Holanda
Tras unas duras negociaciones que han llevado a la
mayor parte del sector en España a una sequía de contratos que dura ya
18 meses, el pasado mes la Comisión Europea dio el visto bueno a un
nuevo sistema de incentivos fiscales para la construcción de buques en
España, cuyas ayudas serán inferiores modelo vigente hasta junio del
2011 (el antiguo tax lease permitía hasta el 25 % y el 30 % de
desgravación). A pesar de la pérdida de competitividad que supone el
nuevo esquema fiscal, los astilleros holandeses, instigadores de la
primera denuncia que acabó tumbando el antiguo tax lease, siguen viendo
en el nuevo sistema una amenaza para actividad, sobre todo en el sector
off-shore (para la industria del petróleo), en el que España llegó a
alcanzar una importante cuota de mercado, y ya han amenazado al Gobierno
español con presentar un recurso ante la corte europea de Justicia nada
más entre en vigor.
Ante el nuevo acoso holandés, los astilleros
españoles han optado por defenderse remitiendo a Bruselas una denuncia
contra las ayudas de Estado que recibe la industria naval de Holanda.
Pero cómo es el nuevo sistema de arrendamiento, qué tanto incomoda a la competencia de los Países Bajos. Estas son las claves:
Qué es y para que sirve el nuevo «tax lease».
Existen cuatro figuras claves en el nuevo régimen: el armador, una
empresa de leasing, una AIE (Asociación de Intereses Económicos) y el
astillero. El funcionamiento es el siguiente: El armador firma un
contrato con el astillero para, a continuación, ceder ese contrato a una
sociedad leasing. La AIE (formada por inversores como lo han sido hasta
ahora Inditex, Mango
o El Corte Inglés) alquila el buque a la sociedad de leasing, con una
opción de compra final. El siguiente paso consiste en que la AIE fleta
el barco al armador por un período de dos años y cuatro meses.
Transcurridos ese tiempo, la AIE se convierte en sociedad mercantil, el
armador adquiere esta sociedad y puede tributar por tonelaje durante un
período de 7 a 8 años. «El constructor asume todos los riesgos derivados
del sistema, incluida la creación de la AIE, la empresa privada y
limitada», dice el nuevo tax lease.
Qué ventajas ofrece el nuevo sistema a la hora de tributar.
Serán inferiores a las del anterior tax lease. El documento aprobado
por Bruselas no detalla el porcentaje de beneficios, pero por fuentes
del sector se sabe de forma extraoficial que el tope está entre el 18 y e
20 %. La clave está en el modo en que se haga el cambio de tipo de
tributación, ya que este sistema supone que una sociedad pasa de
tributar el impuesto de sociedades como cualquier empresa a hacerlo por
el tonnage tax (tonelaje). Se trata de un aspecto muy delicado y fue lo
que realmente motivó la denuncia del anterior sistema.
Qué cambios legales tiene que hacer el Gobierno para encajar el nuevo sistema.
El Gobierno se deberá modificar del Impuesto sobre Sociedades y, para
hacerlo de forma rápida, ya que el nuevo tax lease debería de estar
plenamente operativo a principios de año, ha optado por hacerlo a través
de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. Fuentes de
Economía han confirmado que La Ley Presupuestaria, que acompaña a las
cuentas del Estado a partir de enero del 2013, dispondrá la derogación
de los artículos 49 y 50 del Reglamento del Impuesto de Sociedades, que
Bruselas consideraba ayudas de Estado.
Por qué este nuevo sistema sigue siendo rechazado por los astilleros holandeses.
Se trata de una mera cuestión de rivalidad. El régimen de arrendamiento
recién aprobado por Bruselas reduce las posibilidades de deducción
fiscal para el armador a entre el 18 y el 20 %, es decir, diez puntos
menos de lo que permitía el antiguo tax lease. Sin embargo, según un
informe de la Gerencia del Sector Naval, sobre el que los astilleros
españoles han basado el argumentario de su denuncia ante Bruselas,
revela que las ayudas de Estado que reciben los constructores holandeses
suponen unas bonificaciones la la contratación de buques en los Países
Bajos de hasta el 40 %, es decir, hasta un 20 % más que los que podrá
ofrecer España.
Qué ocurrirá con el expediente abierto al
anterior «tax lease». Fuentes de Bruselas aseguran que el expediente
quedará resuelto en enero del 2013. Hasta entonces, sobre los astilleros
españoles pesa como una losa la amenaza de devolución de los incentivos
fiscales que favorecieron la contratación de 273 buques entre los años
2002 y 2010 por valor de 7.800 millones. Todas esas construcciones
se realizaron con el antiguo tax lease. Fueron operaciones hechas bajo
la legislación fiscal española, autorizadas por Tributos, pero fuera del
marco legal comunitario, lo que llevó a Competencia a declararlas
ilegales, previa denuncia de las potencias europeas líderes en el naval.
Esa es la gran diferencia con el muevo modelo que podría entrar en
vigor en enero con todas las de la ley.
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