Piden 8 años de inhabilitación para Dorribo por la quiebra de una de sus empresas
El empresario insiste que en ningún momento asumió la contabilidad y negó que tuviera conocimiento de la existencia de la B, que descubrieron los administradores concursales
Jorge Dorribo compareció ayer nuevamente en el Juzgado Mercantil para responder de la quiebra de otras de las empresas del grupo Nupel, Innova, que se dedicaba a la compra de medicamentos, al ser declarado culpable el concurso de acreedores.
El empresario, para el que piden inicialmente 8 años de inhabilitación y
responsabilidad patrimonial de los créditos que no sean satisfechos en
la liquidación, declaró que en Innova él se dedicaba exclusivamente a
compras y a ventas. Insistió que en ningún momento asumió la
contabilidad y negó que tuviera conocimiento de la existencia de la B,
que descubrieron los administradores concursales. Esta parcela, la
contabilidad, dijo que era responsabilidad de sus exsocios, Jaime López,
que también era su asesor jurídico y de Eduardo Amigo.
Trabajadores de Nupel o de alguna de las empresas del grupo que declararon como testigos dijeron en todo momento que quien impartía las órdenes era Jorge Dorribo y que en ningún momento las recibían de López ni de Amigo.
Sus antiguos socios declararon que el
administrador de hecho de Innova era Dorribo, que era el que impartía
órdenes al departamento de contabilidad, que compartían todas las
empresas del grupo. Eduardo Amigo dijo que en cuanto se enteró de los
manejos de Dorribo presentó una primera querella, junto con Jaime López.
Formuló otra, cuando tuvo conocimiento de que el principal imputado en
la operación Campeón
había suplantado su personalidad como administrador de derecho de
Innova en un contrato de leasing, por importe de 400.000 euros, para la
compra de robot. Según dijo, la máquina era del socio de Dorribo en
Nupel, Arsenio Méndez. «Era usada -dijo- y se la vendieron el uno al
otro». La versión ofrecida por Dorribo sobre el contrato de leasing del
robot fue que firmó ese documento por error. Puntualizó que sus socios
tenían conocimiento de la operación, que hicieron para no tener que
contratar más personal.
Dorribo, junto con Arsenio Méndez, compareció la
semana anterior ante la misma instancia para responder de la quiebra de
la empresa Nupel. En la vista, que se suspendió, trataron de anular la
obtención de pruebas relacionadas con la existencia de una contabilidad
B.
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