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16 de diciembre de 2012

Faro de Vigo

"Las alarmas para un concurso saltan cuando no se paga a Hacienda o a la Seguridad Social"

"El 95% de las empresas que se acogen a la ley concursal terminan en liquidación porque lo hacen en el último momento, cuando ya están totalmente asfixiadas"

 Los concursos de acreedores se han convertido en algo cotidiano para los ciudadanos. Casi a diario surgen noticias sobre empresas que entran -muy pocas salen- en concurso de acreedores, una figura legal que surge en 2004 cuando se aprueba la Ley Concursal en sustitución de la Ley de Suspensión de Pagos y Quiebra de 1922. El nuevo texto legal pretende ayudar a las empresas en dificultades a superar situaciones de insolvencia, aunque el resultado de su aplicación está muy lejos de cumplir el objetivo previsto. El abogado José Manuel Álvarez Graña, especialista en Derecho Mercantil y Concursal, explica por qué. Por su bufete han pasado algunos de los concursos de acreedores más importantes registrados en los últimos años en el sur de Galicia.
-En lo que va de año el número de concursos de acreedores presentados en Galicia se ha incrementado casi un 50%, ¿teme que esta tendencia continúe?
-Pienso que sí. Tal y como está la economía española y que la banca no presta dinero a las empresas la presentación de concursos continuará aumentando.
-¿Ha servido la Ley Concursal para que las empresas tenga una nueva oportunidad?
-El problema está en que las empresas presentan el concurso está totalmente asfixiadas económicamente, tienen falta de liquidez, problemas con los trabajadores y presenta problemas de impago con Hacienda y la Seguridad Social que provoca que el 95% de ellas termine en liquidación.
-¿De quién es la culpa de que el sistema no funciones como se esperaba?
-Evidentemente del empresario. A los gestores de las empresas parece que les da vergüenza presentar el concurso que es una fórmula que dio la Ley para salvar las empresas y solo se acoge a ella a última hora cuando está con la soga al cuello y cuando el administrador solo piensa en salvar sus responsabilidades.
-¿Y en estos ocho años de aplicación de la Ley Concursal no se ha hecho nada para fomentar una cultura preventiva en las empresas para evitar la liquidación?
-No. Lo único que ofrece la ley es una posibilidad del preconcurso que otorga tres meses de plazo para negociar con los acreedores. Es imposible que antes de presentar un concurso nadie negocie con los acreedores.
-Sin embargo la gran mayoría de las empresas en preconcurso acaban entrando en concurso.
-Todas. La única que se salvó de momento fue una importante la constructora que solicitó preconcurso y lo levantó en el plazo que se le dio,
-¿Cuando el 95% de las empresas entran en liquidación quiere decir que no se ha llegado a un convenio con los acreedores?
-Todavía peor: ni siquiera se llega a plantear ese convenio. La empresa cierra, se venden los bienes de la empresa y punto. El administrador concursal vende o subasta los bienes muebles e inmuebles de la empresa al precio que sea. En el 80% de los casos los bienes inmuebles se los acaba quedando los bancos que los tienen hipotecados. Lo único que se venden es maquinaría o vehículos.
-¿En qué situación se quedan los acreedores?
-En un 90% no llegan a ver ni un duro, ya que primero cobran los acreedores con privilegio especial, los privilegiados y después los ordinarios y nunca les queda nada.
-La mayoría las calificaciones de concursos son fortuitas, en algún caso sorprendentemente.
-Bueno, empiezan a haber muchos concursos culpables en estos momentos. Es cierto que todos los que llevé resultaron fortuitos.
-¿Se pueden producir acuerdos entre empresas y administradores concursales para evitar la culpabilidad?
-- El interés del empresario es que el concurso resulte fortuito. Los administradores en general son abogados y economistas y, por supuesto, investigan a fondo si hubo negligencia por parte del empresario.
-¿En qué momento deben saltar las alarmas en una empresa que indiquen que es necesario el rescate?
-Tan pronto la empresa no pueda hacer frente a sus obligaciones puntuales como son los pagos a Hacienda o Seguridad Social debe presentar concurso. Hay empresas que esperan un año o más para presentarlo cuando se producen estas alarmas.
 

"Los concursos presentados por familias no tienen viabilidad ninguna"

  -Hay familias que han recurrido al concurso de acreedores para evitar el embargo, ¿es éste un camino factible?
-Cuando una familia ha venido a nuestro despacho para que le llevásemos un concurso les he dicho que no. Una familia cuando presenta un concurso es porque tiene el piso con una hipoteca y deudas y todo ello le va a caer encima. Lo único que consigue con el concurso es ganar un poco de tiempo, nada más. Desde mi punto de vista no tiene viabilidad ninguna.
-Además es una salida cara para lo que se pretende, ¿no es así?
-Claro, tienen que llevar abogado y procurador y haberse cargo de los gastos judiciales, publicaciones y demás. Evidentemente es caro.
-¿Cuál es su opinión sobre las tasas judiciales que quiere implantar el ministro Gallardón?
-Son una aberración. Significaría encarecer muchísimo la justicia y creo que como salgan a adelante va a ser una auténtica locura.

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