PÁGINAS

Translate

22 de noviembre de 2012

La Voz de Galicia


La quiebra de la promotora aboca a un cambio del plan residencial de Massó

El alcalde dice que el nuevo proyecto tendrá que tener consenso político

La declaración del concurso voluntario de acreedores presentado por la firma Residencial Marina Atlántica S.A., propietaria de los terrenos y de la concesión del antiguo complejo conservero de Massó, en la punta de O Salgueirón, abocará a la empresa a replantearse a la baja el proyecto residencial y portuario al que aspiraba en su momento, según confirman a La Voz fuentes de la empresa. Se trataba inicialmente, en el año 2004, de una zona para 450 amarres para embarcaciones y unas 750 viviendas a pie de ría. El alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, aseveró ayer a La Voz que cualquier iniciativa que pueda surgir en los próximos meses «deberá tener el consenso de los grupos políticos, aunque no podemos renunciar a un plan urbanístico de estas características y en una zona increíble».
El regidor puntualizó que en todo el tiempo de mandato al frente del gobierno local, desde junio de 2011, no habían tenido «ni el más mínimo contacto con la empresa». Residencial Marina Atlántica es una firma presidida por el promotor local Ubaldino Rodríguez Bello. En el capital social está también representada con peso NCG Banco. En la información oficial del Registro Mercantil figura con el 50%, pero algunas versiones aseguran que ejerce un control real superior en la sociedad. La paulatina caída del negocio del ladrillo ha acabado por arrastrar a esta promotora a una situación de insolvencia actual o inminente, a pesar del plan cangués. La presentación y aceptación por parte del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, del concurso voluntario, indica, de inicio, que la firma anuncia que ya no podrá cumplir con sus obligaciones de pago a los acreedores, ni con sus deudas exigibles, o que no podría hacerlo a muy corto plazo.
Esta modalidad también permite a los gestores societarios actuales seguir controlando la empresa, salvo que sus decisiones deben ser supervisadas por el administrador concursal único, designado, a su vez, por el juez que tutela el caso. Según las cuentas conocidas, la deuda total de la firma podría rondar los 2,8 millones de euros, sumando los adeudos, a partes iguales, con proveedores y entidades financieras, que tenía pendientes en diciembre del 2011.
Por otro lado, Marina Atlántica había solicitado a la Autoridad Portuaria de Vigo prorrogar la suspensión temporal de su concesión, al parecer vigente hasta el año 2030, señal de que los directivos no renuncian al proyecto. El Puerto denegó su petición, ya que había concedido con anterioridad, precisamente, una suspensión. En términos económicos, el canon que paga Residencial Marina cada año al Puerto, es de unos 44.0000 euros.
En los últimos tres años, la firma perdió más de un millón de euros. Tras la crisis del ladrillo, en el 2008, Residencial Marina Atlántica empeoró su resultado económico. Registró unas pérdidas de 95.000 euros, que pasaron a 113.000 en 2010 y que se situaron en 868.000 euros en 2011. Su activo total es de 3,5 millones. El 80% de su activo estaba financiado con deudas con el sistema financiero. El fondo de maniobra (el dinero con el que básicamente trabaja la empresa para sus pagos) era de menos de 2,8 millones. En septiembre pasado, hubo un nuevo apunte financiero-económico, porque la sociedad redujo su capital a la mitad, de 1,3 millones a 720.000 euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario