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20 de junio de 2012

El Pais

México pide a los astilleros más ofertas para dos grandes buques

El presidente de la Xunta asegura que el acuerdo con la petrolera Pemex se amplía
 
La patrolera mexicana Pemex va a pedir a astilleros gallegos —también a Navantia— presupuestos para construir dos buques de transporte de productos químicos. Este hecho ha dado pie para que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anuncie la ampliación del “acuerdo estratégico”, alcanzado hace algunas semanas con la petrolera del gobierno mexicano. Una visita a Santiago del consejero delegado de Pemex Internacional, José Manuel Carrera Panizzo, animó a la Xunta a asegurar que “se puede concretar la esperanza de que Navantia inicie una recuperación de pedidos”. Navantia puede, en todo caso, recibir encargos de astilleros privados hasta un máximo del 20% de su facturación.

Feijóo aseguró que cada vez está más cerca el anuncio de la construcción de los 14 remolcadores (siete de ellos se harán en México con la colaboración de la industria auxiliar gallega). La Administración autonómica calcula que podrán suponer una carga de trabajo de hasta 2.500 puestos en el naval, además de devolver la esperanza a un sector que está bajo mínimos.

]Con “muchísima cautela” acogieron los sindicatos de Ferrol el anuncio. “Hasta que no se empieza a cortar la chapa no damos nada por seguro”, resume Ignacio Naveiras (CC OO), portavoz del Comité de Empresa de Navantia Ferrol, que lee las palabras del presidente de la Xunta en clave política de “cuasi precampaña” para aplacar las crecientes protestas de 4.000 trabajadores del naval ferrolano que ven peligrar sus empleos a partir del verano, cuando la compañía entrega los últimos tres barcos. “Quieren hacernos ver que han puesto los mimbres para un nuevo contrato pero no se puede hacer el anuncio de una posibilidad en un sector con una competencia tan voraz como es este”, advierte Naveiras, que teme que las factorías asiáticas, que monopolizan el mercado naval civil, se apresuren a presentar su contraoferta.
Con todo, los sindicatos admiten que los quimiqueros se adaptarían bien a las capacidades de Navantia, empresa pública especializada en el diseño y la construcción de buques de guerra. “Sería un pedido bueno”, reconocen, después de un lustro años sin firmar grandes encargos. Se trata de naves tanque similares a los petroleros pero de menor tamaño que rondan los 140 metros de eslora (largo). Podrían acomodarse en las gradas de Ferrol, pero no en las de Fene, porque la antigua Astano sigue vetada por la UE para la construcción civil convencional hasta el 2015.

Otras fuentes de astilleros privados consultadas señalan que, al margen del innegable respaldo político del Gobierno español, el acuerdo también cuenta con un fuerte apoyo desde México, ya que las visitas y la petición de información se está realizando al más alto nivel. “No podemos decir que vaya a fraguar en algo concreto”, matiza un directivo del sector, “pero por ahora percibimos un interés real y firme porque se hagan barcos aquí”.

Quien por ahora no puede optar a los buques es el astillero Barreras, que esta semana presentará su plan de futuro para salir del concurso de acreedores. El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, ha dado un paso adelante al asegurar a Faro de Vigo que entrará en el capital con el 10%. Según esa información, la empresa solicitará a Xesgalicia un préstamo participativo que cubra el 80% de las dos ampliaciones que realizará el astillero (de seis millones cada una). La aportación del presidente de la patronal, que aseguró que “como vigués no podía dejar caer el astillero”, sería, a lo sumo, de 240.000 euros si la Xunta suscribe su apoyo.

Por otra parte, Alberto Núñez Feijóo se refirió ayer al concurso eólico para advertir a los promotores que si no quieren hacer parques sin primas “devuelvan los megavatios”, que la Xunta les adjudicó.

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