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24 de febrero de 2012

Faro de Vigo

Factoría Naval actualiza su plan de viabilidad y propone otra quita a sus empresas auxiliares

Los proveedores estudian la nueva oferta del astillero de Marín, conscientes de que pueden quedarse sin cobrar 5 millones

Factoría Naval de Marín tiene un nuevo plan de viabilidad entre manos que gira en torno a cuatro ejes: adelgazamiento de la plantilla, reducción de la deuda, ampliación de capital y apuesta, en una primera fase, por la reparación de buques. Así lo planteó la dirección del astillero a una representación del frente de proveedores a la que pidió expresamente una nueva quita para saldar la (ya renegociada) la deuda que tienen pendiente y que, a día de hoy, supera los cinco millones de euros.
Lo confirmaba ayer el portavoz de este frente de proveedores-acreedores y gerente de Nodosa, Rafael Outeiral, quien reconocía que estudiarán la propuesta, conscientes de la incertidumbre que pesa sobre este pago. "Nosotros estamos interesados en que el astillero no desaparezca y siempre es mejor un mal acuerdo que un concurso (suspensión de pagos)".
Saben de lo que hablan ya que en 2010 firmaron un primer acuerdo con Factoría Naval por el que aceptaron una quita del 33% para garantizarse el cobro del resto de la deuda, lo que implicó una condonación de 19 millones de euros. Los más de cinco millones pendientes son parte de los pagarés comprometidos en este pacto.
"Nos expusieron un nuevo proyecto de futuro para el astillero pero su viabilidad depende de que todos hagamos un esfuerzo: las entidades financieras (NovaGalicia Banco-NGB y Bankia) con las que negocian que salden cuentas con la entrega de los barcos en construcción que tienen varados; el propietario, que estaría dispuesto a ampliar capital y nosotros, aceptando la quita. Y por supuesto los trabajadores a quienes ya se lo han impuesto (el esfuerzo) con los despidos" enumeraba Rafael Outeiral.
Precisamente la plantilla, que ayer quedó reducida a la mitad al materializarse el despido de 32 trabajadores de una nómina de 62, critica la ausencia de un plan de viabilidad "real" que dé continuidad a Factoría Naval. "En el proyecto que entregaron en Traballo para argumentar el ERE se apunta que quieren dedicarse a la reparación de barcos como una declaración de principios pero no aportaron ni un informe de costes, ni como conseguirán el dinero, ni posibles clientes..." explicaba el presidente del comité. Nicolás Pérez, al igual que sus compañeros, vincula un posible futuro para el astillero marinense con la salida de la empresa del actual propietario (el empresario valenciano José María Suescun) y su director general, Enrique Lago.
La exigencia de que Suescun se eche a un lado y posibilite la entrada de nuevos socios para que se hagan cargo de Factoría Naval es compartida por el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, que reprochó públicamente al accionista mayoritario (dueño del 91% de las participaciones) su aparente falta de interés por reflotar una empresa a la que se inyectó dinero público por un valor superior a los 22 millones de euros.

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