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22 de diciembre de 2011

La Voz de Galicia


Vigo arrastra 9 años de espera por la mayor bolsa de suelo de Galicia

La baja demanda amenaza ahora con dejar desiertos 6 millones de metros
Hace nueve años, el área industrial de Vigo veía su futuro proyectado de forma próspera sobre 4 millones de metros cuadrados entre los municipios de Salvaterra y As Neves. Más de 80 millones de euros de inversión después, la mayor bolsa de suelo industrial de Galicia impulsada por tres Administraciones (Xunta, Autoridad Portuaria de Vigo y Consorcio de la Zona Franca) es un gran barrizal, paralizado por más de 300 demandas interpuestas por expropietarios, tras una sentencia del Tribunal Supremo que anuló su planificación.
Apremiada por la demanda de suelo de Mitsubishi, la Xunta articuló una solución de urgencia para blindar legalmente un área de 400.000 metros cuadrados. Aunque la solución llegó tarde, cuando la multinacional nipona decidió posponer sin fecha su proyecto de fabricación de baterías de litio en Europa.
Para el resto del macropolígono no hay plazos de entrega a la vista, una situación que coincide con una demanda de suelo que que ha caído a mínimos históricos. Los parques de Porto do Molle (en Baiona) y Mos, de reciente puesta a la venta, han comenzado a arrancar este año con una media de ocupación del 40 % según sus promotores, Zona Franca y la Xunta. La situación es inédita en un área industrial con un histórico déficit de suelo, que ha obligado a muchas empresas a implantarse en el norte de Portugal.
Menor demanda
En el año 2008, la Confederación de Empresarios de la Provincia de Pontevedra cifraba en 10 millones de metros cuadrados la superficie necesaria para el desarrollo industrial proyectado en el área de Vigo. Tres años de crisis después, las peticiones de parcelas para nueva inversión se ha desplomado, y amenazan con dejar desiertos gran parte de los 8 millones de metros cuadrados de polígonos que se encuentran hoy en proceso de comercialización o en construcción.
Esta gran bolsa de superficie desocupada está integrada por los 4 millones de metros paralizados en Salvaterra-As Neves; las ampliaciones proyectadas por Zona Franca en los polígonos de Valladares y Balaídos (450.000 metros); y alrededor de medio millón de metros más sin vender en los nuevos polígonos en Mos y Baiona. A esta superficie se suma un nuevo parque empresarial, proyectado por Zona Franca en Vigo (Matamá), que abarca un millón de metros de superficie, todavía en la fase preliminar.
Coste elevado
Con la oferta existente y la proyectada, el problema para la industria ahora ya no es el déficit de suelo, sino el elevado coste al que sale al mercado el metro cuadrado de polígono urbanizado en el área de Vigo, por un lado; y las dificultades de acceso a la financiación que encuentran las empresas, por otro.
Los empresarios explican que el problema es que las Administraciones que promueven polígonos han comprado el suelo en época de bonanza económica. «La solución sería venderlo por debajo de su coste», dicen.
La realidad a día de hoy es que crisis, legislación urbanística y el elevado precio de las parcelas frena la expansión de las empresas locales, y disuade la escasa inversión extranjera que se ha acercado al entorno de Vigo para sondear la rentabilidad de instalar un nuevo proyecto industrial.

«El problema no es el precio, sino la falta de financiación» 

 El Consorcio de la Zona Franca de Vigo es la principal administración promotora de suelo en el área viguesa. Su delegada, Teresa Pisano, asegura que el organismo que dirige seguirá proyectando polígonos, a pesar del actual contexto de caída de la actividad económica.
-Con la superficie de suelo industrial actualmente desocupada en el área de Vigo, ¿está justificada la construcción de más polígonos industriales?
-La filosofía de fondo no es si hay más o menos demanda, sino que tenemos que estar preparados para cuando la haya. En el sur de Galicia la generación de suelo industrial es costosísima. Se alarga mucho en el tiempo, por la orografía y el minifundismo. Estamos en una situación complicada, pero con el esfuerzo de todos, la situación tiene que cambiar, y tenemos que estar preparados para que no vuelva a ocurrir que se nos vayan empresas por falta de suelo.
-¿Cuál es la demanda real de suelo? ¿Quienes acuden a la Zona Franca a día de hoy a buscar una parcela?
-Acabamos de sacar al mercado el nuevo polígono de Porto do Molle, en Baiona, y hasta ahora hemos cubierto el 24 %. Tenemos muchas solicitudes de información, pero las empresas están teniendo un problema importante de falta de financiación, incluso para abordar proyectos previamente desarrollados. Esta situación las obliga a ser muy cautelosas.
-En este escenario de dificultad para la ocupación, ¿la Zona Franca no contempla una bajada de los precios del suelo?
-Eso no es posible, pero tampoco creo que se trate de un problema del precio del suelo. Nadie nos ha dicho hasta ahora que no se puede implantar por un problema del coste de las parcelas. Insisto, aquí el verdadero problema no es el precio, sino la falta de financiación que padecen las empresas. De todo modos, el Consorcio contempla también una serie de facilidades para implantarse.

Los alquileres bajan hasta un 50 % 

El efecto inmediato del enfriamiento de la actividad económica e industrial que está registrando el área de Vigo es la bajada de precios de las naves e instalaciones que han ido quedando vacías por el impacto de tres años de crisis. El sector inmobiliario constata una bajada de las rentas que llega ya al 50 %, además de una preferencia por espacios más pequeños. Otra consecuencia de la disponibilidad de suelo es el reordenamiento de la actividad, es decir, el acercamiento de las instalaciones industriales a zonas más próximas a la ciudad o con mejor logística, aprovechando la existencia de naves que han quedado vacías.

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