Orden judicial para ejecutar 140 despidos en Clesa Pontevedra
La resolución entiende que es "antieconómico" mantener los puestos de trabajo y la actividad industrial porque la empresa lleva años en pérdidas
La continuidad de la fábrica de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) vuelve a estar en entredicho. Cuando todo parecía estar pendiente de la elección de una de las dos ofertas que concurren para adquirir la planta, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha tomado una decisión que supone un giro de 180 grados. El juez aprobó ayer el despido de 140 de los 150 empleados de la planta de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra), al entender que la planta es inviable, su actividad "antieconómica desde hace años" y que las empresas que han mostrado interés por comprarla "no han pasado de las meras intenciones, de los meros contactos iniciales informativos".
La resolución supone que los trabajadores despedidos recibirán la misma indemnización que los empleados de los centros de Madrid, Leganés y Lerma -20 días de salario por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades y una compensación de 1.300 euros-. El magistrado Francisco Javier Vaquer, alega que la firma acumula un importante y continuado deterioro de su situación patrimonial, y es generadora de pérdidas importantes. Una situación que, explica, hace "inviable la continuación de la actividad empresarial según el modelo comercial hasta ahora desarrollado", lo que ha desembocado en el concurso de acreedores y en el cierre de otros tres centros de Clesa. Debido a lo que entiende como una inconcreción de las ofertas que lideran por un lado Feiraco con apoyo de la Xunta y por otro un grupo de proveedores del recinto entre los que está Lácteos del Deza, el magistrado cree que hay que dar nuevos pasos. Alega que es "antieconómico y perjudicial para la masa" mantener los empleos y la actividad industrial". El magistrado advierte de que las empresas que se ofrecieron a comprar la planta no plantearon "ofertas solventes reales y serias para su efectiva ejecución". "No puede ni debe estarse a la espera de que quien dice estar interesado en comprar decida si lo hace o no, así como estar a la espera de conocer la solvencia económica y financiera de quien dice querer comprar".
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