La sociedad de garantías Pymar, al borde de la quiebra por el impago de los astilleros
La industria naval española es como un castillo de naipes que se desmorona. Primero falló la financiación de los bancos, luego Bruselas bloqueó las bonificaciones a la contratación y ahora el fondo de garantía patrimonial de Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión), creado por los propios constructores privados españoles para avalar sus operaciones financieras, se viene abajo. «Los fondos de Pymar están agotados porque ha habido más siniestros de los deseables», dicen fuentes del sector, entendiendo el término «siniestros» como los avales concedidos a los astilleros y que ahora no son capaces de devolver porque no hay nuevos pedidos que permitan sufragar las deudas contraídas.
Ante este escenario, la sociedad de garantías decidió en un consejo celebrado el mes pasado su disolución como tal, «cancelando el fondo actual de forma ordenada», explica una fuente autorizada.
La misma fuente cifra en más de 300 millones de euros el importe avalado por el fondo patrimonial y de difícil retorno a distintos astilleros españoles, entre los que se encuentran las firmas gallegas Factorías Vulcano (Pymar es su principal acreedor) y Factoría Naval de Marín.
Entre las últimas operaciones autorizadas por la sociedad Pymar destacan los avales de 10 millones de euros a Freire y 21 millones de euros a Vulcano para la construcción de sendos buques. Su escaso margen de maniobra le llevó a denegar un aval de 14 millones a Barreras.
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