La Voz de Galicia

La construcción provincial encadena un trienio negro al desaparecer 75 empresas

El visado de viviendas cayó un 22% durante el 2010 y la facturación del sector bajó de los 2.500 millones de euros.

El sector provincial de la construcción ha encadenado una de las peores etapas de su historia reciente, en contraste con el bum que la actividad registró hasta finales del 2007. Desde el inicio de la crisis se han disuelto el 25% de las firmas de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de Pontevedra (APEC), es decir, 75 de un total de 300. «Las empresas que quedan están sobreviviendo», sentenció ayer Ángel Fernández, presidente del colectivo. Con todo, afirma que el sector «aguanta mejor que en el conjunto de España» porque no se han cometido los excesos que hubo en otras zonas del país.

En el 2010, el visado de viviendas en la provincia ha caído casi un 22% y la facturación del sector fue de 2.445 millones de euros por la contratación y promoción de obra privada y pública.

Según el diagnóstico ofrecido por Fernández sobre el año pasado, la situación sigue siendo crítica, pero menos que en los años 2008 y 2009. Esta agonía se prolongará al menos hasta el 2013, cuando se aguarda -en realidad, se intuye- que la construcción dejará de caer como hasta ahora.

En el 2013 se frenaría casi totalmente la contracción de este trienio (aunque ya serían cinco años negativos los acumulados) y podría hablarse de un punto de equilibrio razonable entre la oferta y la demanda.

Diagnóstico

El presidente de APEC dibujó un panorama basado en valores descendentes en todos los parámetros (visados, ingresos, empleo, obra privada y licitación pública, entre otros) y los pocos datos que no eran extremadamente negativos, solo respondían al freno en la caída por estar ya cerca del suelo.

Ángel Fernández dijo en su comparecencia ante los medios que, frente a los impedimentos objetivos para reavivar el sector (aumento del IVA del 16 al 18%, rebaja en la bonificación fiscal por compra de vivienda y las dudas de los usuarios en general), los empresarios tienen el convencimiento de que la actividad de la construcción sería, precisamente, «un rápido y elevado» generador de empleo, tanto en la provincia como en el conjunto de España porque no requiere una cualificación demasiado alta. Aunque está claro que las cifras del bum no volverán.