Vulcano presenta el concurso de acreedores para reflotar la firma

El astillero confía en que la ayuda de la Xunta y los contratos despejen su futuro

El astillero vigués Factorías Vulcano -que en el año 2008 era el segundo de España por carga de trabajo, con una cartera de pedidos que se aproximaba, conjuntamente con su filial, a los 1.200 millones de euros- presentó ayer la solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo. La solicitud oficial se produce meses después del anuncio realizado por la empresa el 13 de octubre, de acuerdo con lo previsto en el artículo 5.3 de la Ley Concursal. Tras la presentación de la documentación, fuentes del astillero señalaron que «durante los casi tres meses transcurridos, hemos centrado nuestros esfuerzos en la negociación de una propuesta anticipada de convenio, así como en asegurar el mantenimiento de nuestra actividad, centrada en el buque sísmico 533».

Si bien aunque por el momento no fue posible alcanzar acuerdos respecto a un convenio con los acreedores, el astillero ya tiene asegurada la terminación del buque sísmico 533 gracias a la financiación de 21 millones de euros, que ha sido avalada por la Xunta de Galicia en el marco de una operación gestionada dentro de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión, Sociedad de Reconversión (Pymar). «El compromiso de la dirección y de todos los trabajadores de Factorías Vulcano con el futuro del astillero ha quedado demostrado con los recientes acuerdos laborales alcanzados, y por ello tenemos plena confianza en nuestra capacidad para superar con éxito el concurso», indicaron las fuentes de la dirección de la compañía naval viguesa.

La mayor partida de la deuda que arrastra Vulcano y que ha obligado a la presentación de su concurso es consecuencia directa de las cancelaciones de los buques sísmicos 532 y 533, provocadas por los retrasos en su construcción en Factorías Juliana (Gijón), que hasta hace poco era filial de la firma viguesa en Asturias, y la entrada en liquidación de esa sociedad a consecuencia de las enormes deudas acumuladas por los citados incumplimientos de contratos con las armadoras propietarias. Concretamente, 59,3 millones de euros corresponden a la deuda con la propia Factorías Juliana y 18,1 millones de euros con PGS, la compañía armadora escandinava que canceló los buques. Además, Factorías Vulcano mantiene una deuda de 7,4 millones de euros con la industria auxiliar gallega que afecta a un buen número de empresas suministradoras de bienes y servicios.

Minimizar efectos

El astillero vigués considera necesario minimizar los efectos que la situación concursal causa sobre las auxiliares, «aunque de momento solo podemos compensarlas con trabajo y cobro asegurado para la construcción del buque sísmico 533», indican las fuentes empresariales.
De forma paralela a la presentación del concurso, Vulcano está elaborando un plan de viabilidad con el que se trata de sentar las bases sobre las que asegurará su futuro. Este plan se fundamenta, entre otros aspectos, en la futura contratación de dos nuevos buques sísmicos, por los que el armador noruego GC Rieber Shipping ya ha manifestado su interés.

El plan debe ser presentado para acometer con ciertas garantías de solvencia el concurso de acreedores.