Faro de Vigo
La cafetería Camaleón de Samil entra en concurso con una deuda de 185.000 euros
El proceso judicial afecta a un histórico
negocio de la playa cuya concesión municipal caduca en diciembre de este
año -"El cierre del hotel Samil nos hizo polvo", afirma el responsable
Un proceso concursal que afecta a un histórico establecimiento de la playa de Samil. El Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra,
con sede en Vigo, ha dictado un auto en el que declara en concurso de
acreedores a la cafetería Camaleón. La entrada en esta delicada
situación de este conocido negocio que ya forma parte de la estampa del
arenal vigués se produce el mismo año en el que llega a su fin la
concesión administrativa municipal que le fue concedida en 1985 por un
período de 35 años. La autorización caduca dentro de diez meses, el
próximo diciembre. "Estos últimos años han sido complicados, el cierre
del hotel Samil nos ha hecho polvo", apunta Isaac Penela, responsable
del establecimiento, como una de las razones que les han llevado a
acudir a esta vía judicial.
La
petición de concurso se presentó en diciembre y el auto de declaración
de concurso tiene fecha de esta semana. El juzgado acuerda la
intervención de las facultades de administración, que pasará a ejercer
el administrador concursal, para lo cual fue designado al economista
Javier Pérez Asenjo. Asimismo, se hace un llamamiento a los acreedores
para que pongan en conocimiento los créditos existentes.
La documentación aportada con la solicitud de concurso apunta a que la sociedad
Camaleón S.A., constituida en 1985 y con 11 trabajadores, acumula una
deuda de 185.000 euros con varios acreedores, como bancos o la Seguridad
Social. Un pasivo que no es muy elevado pero que triplica el activo,
cifrado en unos 60.000 euros. Entre estos bienes está el equipamiento
del establecimiento, como los electrodomésticos de la cocina o el
mobiliario. También se incluyen aquí las deudas que tienen a su favor.
La
cafetería, según apuntaba ayer su responsable, sigue funcionando con
normalidad. Isaac Penela señala que se vieron abocados a pedir la
entrada en concurso por una serie de circunstancias entre las que
destaca el cierre en su día del hotel Samil
-que ya es historia al concluir precisamente hace unos día su derribo-.
"Cuando funcionaba el hotel siempre tenías clientes potenciales.
Nosotros abrimos todo el año, no solo en verano, y a partir del octubre
el tiempo nos fastidia bastante. Los días de lluvia no tienes
prácticamente a nadie", explicaba ayer.
Sobre
los próximos pasos, afirma que primero debe ponerse en contacto con el
administrador concursal. El proceso no se dirige al menos por ahora
hacia la liquidación, sino que la vía es la de intentar un convenio con
los acreedores para solventar la situación. "Si hay posibilidades por
supuesto que nos gustaría salvar esto; la concesión municipal acaba este
año, pero se contemplaban 5 años de reversión, es una cuestión que se
tendrá que hablar con el Ayuntamiento", concluyó.
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