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24 de marzo de 2015

Atlantico

Pórtico cierra y la plantilla espera cobrar los 3 millones que les debe




Los trabajadores del grupo vigués esperaban ayer el auto de liquidación del juzgado y las cartas de despido


Pórtico ya es historia. Las tiendas de la emblemática firma viguesa de decoración están todas cerradas y los trabajadores esperaban en las últimas horas el auto de liquidación del juzgado que certifique el cierre de la compañía -tras 50 años de andadura- y las cartas de despido. Durante un breve periodo de tiempo permanecerán en plantilla una docena de personas, seis en oficinas y otras tantas en el almacén para realizar labores administrativas y desmontar las tiendas. También el presidente del comité de empresa, David Vales, que ayer mostraba su tristeza en declaracioens a este diario. "Es una lástima, luchamos mucho", indicaba en referencia a la larga crisis de esta empresa que en los dos últimos años entró en concurso, lo superó y finalmente acabó liquidando.


Pórtico adeuda a los trabajadores unos 3 millones de euros entre la nómina del último mes, la liquidación e indemnizaciones, que ahora está en manos del administrador concursal, el despacho de abogados Lex Poetelia. Las condiciones del despido son de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades y una actualización de la base de cotización al recuperar el 7,5% de la rebaja salarial producida en 2012, según lo pactado con el comité de empresa.

Las dos tiendas que quedaban en Vigo bajaron la persiana la semana pasada, tanto la nave de Coruxo como la de Policarpo Sanz, que era el establecimiento más emblemático del grupo y que llevaba 20 años abierto.

Pórtico empezó como tienda detallista en Vigo en 1965 de la mano de Emilio Castro y acabó convirtiéndose en una de las firmas de menaje y decoración más importantes de España. En los 90 empezó una segunda fase son su hijo al frente del negocio y la tienda de Policarpo Sanz fue la primera en abrir en el año 1994. Se conformó un grupo que llegó a tener más de 1.200 trabajadores y más de un centenar de tiendas en España, Portugal y América Latina yuvo una marca de complementos de moda (Dayaday, que rescató el grupo catalán Tous cuando estaba en quiebra).

Invirtió más de 20 millones en un almacén robotizado en Mos y en junio de 2013 entró en concurso (con una deuda de más de 50 millones de euros) que superó el verano del año pasado. Sólo unos meses después acudió al juzgado solicitando la liquidación alegando falta de crédito para continuar con la actividad.

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