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1 de mayo de 2014

Faro de Vigo


Urgoiti: ´Estoy contento, Pescanova está salvada´

La compañía confirma que saldrá de concurso tras el apoyo de más del 60% de los acreedores
"Es un gran día en nuestra historia", dice la pesquera
El recuento oficial de los votos no se conocerá hasta la próxima semana


Una lluvia tenue y machacona no dejó de mojar ayer la sede central de Pescanova. Una borrasca caprichosa no permitió que el sol se asomara para ver las primeras sonrisas en Chapela en más de un año. El tiempo no quiso celebrar, a fin de cuentas, que no habrá liquidación y que la compañía que fundó José Fernández López en 1960 haya conseguido oficiosamente la aprobación de su convenio de acreedores. Pero no importa; que llueva. "Ahora sí", proclamó su presidente, Juan Manuel Urgoiti, con la voz rasgada de tanto usarla en las últimas horas. "Estoy contento, contentísimo, Pescanova está salvada", dijo a preguntas de FARO. "He hablado con muchos trabajadores y estaban todos igual", dijo. La alegría no fue un invento para disimular el sufrimiento, como sostuvo Nietzsche. Fue un sentimiento "real después de un año malísimo y muy duro para toda la plantilla", sentenció el presidente del consejo.
"Valía la pena luchar", exclamaban desde Chapela, después de un año en concurso de acreedores y quince meses de tormento. Como publicó ayer FARO, el convenio de acreedores –que ahora lideran siete bancos– contaba el lunes por la noche con más del 60% de los apoyos. Ayer sumó más, pero habrá que esperar unos días para conocer el resultado oficial. Pescanova, en una nota difundida a los medios, incidió en que todavía no se ha hecho el escrutinio, aunque reconoce que el juez "confirmará la salida exitosa" del concurso de acreedores, el segundo más importante de la historia empresarial española. Fue a las 15:00 horas cuando el juez que instruye el concurso, Roberto de la Cruz, dio por concluido el plazo de adhesión al convenio, modificado a última hora por la banca a través de un anexo para suplir el rol de sponsors que iban asumir la cervecera Damm y el fondo Luxempart.
Un "gran día"
"La compañía ahora ya dispone de un convenio para empezar a trabajar con seguridad", zanjó Juan Manuel Urgoiti. Desde la compañía no se disimuló la satisfacción en ninguno de sus estamentos, de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario. "Pescanova considera que es un gran día en su historia y el primer paso en una fase en la que continuará como una de las primeras multinacionales gallegas y referencia en el sector pesquero a nivel mundial", resaltó en la misma nota. La nueva compañía será necesariamente más pequeña y, a corto plazo, no está en disposición de volver a los niveles de facturación de 2011. La pérdida –casi segura– de Pesca Chile, Nova Guatemala o de la producción –por ahora inexistente– de rodaballo de Acuinova Portugal provocarán una disminución de su capacidad para generar beneficios.
La compañía ha querido "resaltar" el trabajo de todos los trabajadores del grupo –más de 10.000–, "que han demostrado una gran profesionalidad y dedicación en la compañía en los momentos difíciles que ha vivido". También ha querido trasladar su agradecimiento a los proveedores y clientes, el verdadero músculo de la compañía, que no han dejado que Pescanova dejase de llenar las cestas de la compra en todo el mundo. Por último, ha querido reconocer el "apoyo recibido" de las entidades financieras, que en junio concedieron –junto a la Xunta– una línea de crédito para que la compañía no dejara de funcionar y no ha cerrado el grifo de la financiación a sus filiales."Nuestro apoyo se seguirá produciendo en los próximos meses", dijo el consejero delegado del Banco Popular, Francisco Gómez. "Desde hace un año venimos diciendo que vamos a hacer todo lo posible para salvar la viabilidad de Pescanova", zanjó.
La alegría se queda en Chapela, llueva hoy o no llueva.


Pescafina, el emblema comercial del grupo, aprueba su convenio

Américo Amorim quiso comprarla en el año 2000

Pescafina es una de las grandes desconocidas del grupo Pescanova, y también estaba en concurso de acreedores. Se trata de una filial que cerró 2012, según su propia página web, con un volumen de ventas superior a los 660 millones de euros. Teniendo en cuenta las cifras de facturación de Pescanova, al menos un tercio de las ventas se deben a este gigante que tiene su sede en la calle Ferraz de Madrid. Tiene más de 680 clientes y una red de distribución de congelados que es la envidia del sector –como Dr. Oetker –, y suspendió pagos por problemas de liquidez. Pero ayer el Juzgado de lo Mercantil 1 de Pontevedra celebró ayer la junta de acreedores de esta sociedad, que también recibió el visto bueno a la propuesta de convenio con el respaldo de un 68,89% de los acreedores con derecho a voto.
Pescafina era una filial de Transáfrica, compañía que suspendió pagos en 1998. En el año 2000 Pescanova tomó el control de Pescafina tras abonar 2.500 millones de pesetas (más de 15 millones de euros). Cuando la adquirió, la multinacional con sede en Chapela justificó la compra para poder convertirse en un "gigante" mundial en el sector, ya que Pescafina ya poseía una buena red de comercialización. Pero Pescanova no lo tuvo fácil para hacerse con esta sociedad, ya que había tres ofertas por ella: la de la empresa gallega, la de un banco alemán y la del multimillonario portugués Américo Amorim.
"Su aspiración era importar a Europa", explican fuentes expertas en el sector pesquero. Finalmente se la quedó la compañía que, entonces, presidía Manuel Fernández de Sousa. Pese a perder esta batalla, Amorim no renunció a hacer sus pinitos en la acuicultura con plantas al sur de Portugal y en Cuba (se dice que, cuando Fidel Castro visitó Portugal, se quedó a dormir en su casa) de dorada. "Pero vio que tenía muy poco margen de explotación, tienes que tener el pescado muy próximo al punto de venta", ilustran las mismas fuentes. Para importar la dorada que cultivaba en Portugal no pudo hacerlo por los aeropuertos norteamericanos –por el bloqueo–, con lo que el gasto se le disparaba.
En el sector no consideran "descabellado" que Américo Amorim intente comprar, por ejemplo, la planta de rodaballo que Pescanova tiene en Mira, ya que el proyecto "está iniciado y tiene un buen soporte técnico". Pase lo que pase con Acuinova –y con Amorim–, Pescanova puede decir ya que acaricia la salida de concurso de la matriz y de su gran trader.

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