Pescanova factura más de 1.200 millones en pleno cataclismo
La marca se mantiene indemne en el mercado y logra liquidez hasta abril
La marca Pescanova se mantiene indemne a pesar de la
situación crítica en la que se encuentra la compañía gallega y prueba de
ello es que el volumen de ventas ha superado los pronósticos más
optimistas.
Según un avance de las cuentas anuales
correspondientes al 2013, la facturación del grupo superó los 1.200
millones de euros, alrededor de 200 millones menos que en el 2012, a
pesar de que desde el 5 de abril del pasado año, cuando solicitó
concurso de acreedores, la compañía se ha visto sumida en una profunda
crisis económica y de gestión, que de momento se salda con todo su
antiguo consejo de administración imputado, media docena de filiales
extranjeras en situación concursal o directamente en quiebra, y la seria
amenazada de liquidación del grupo en un plazo aproximado de dos meses.
Salarios al día
Nada de esto ha pesado en la cesta de la compra
de los consumidores y, gracias al mantenimiento de las ventas, y en
especial a la «excepcional» campaña navideña, según fuentes de la
empresa, Pescanova ha conseguido liquidez para garantizar el pago de
salarios y proveedores al menos hasta abril (el pago siempre ha estado
al día), algo que aporta cierta tranquilidad a la plantilla, a pesar de
la incertidumbre sobre la viabilidad de la compañía.
Las mismas fuentes aclaran que los 200 millones
de euros de variación respecto al anterior ejercicio están más
vinculados con el precio del producto, como es el caso del rodaballo,
cuyo coste fue más bajo, que con una caída de las ventas, a pesar de que
la demanda del mercado nacional todavía sigue baja.
«Este grupo es viable y tiene futuro y la mejor
prueba está en las ventas. Aquí lo que hubo fue una mala gestión. ¿Qué
empresa que factura por encima de los mil millones puede acabar
liquidada?», afirman fuentes sindicales.
Un grupo viable
A falta de conocer el balance económico del 2013,
el dato de la facturación sitúa a Pescanova en la línea del plan de
viabilidad redactado por PwC. El informe, remitido por la empresa a la
CNMV, realiza sus previsiones a partir de una inyección de capital (las
dos propuestas actuales cifran esa inversión en 250 millones), que sería
el punto cero. Doce meses después, la consultora estima que la
facturación se elevaría a 1.338 millones de euros. Con un crecimiento
del 8 % el segundo año y otro del 6,3 %, al siguiente. En el cuarto
ejercicio lograría 1.624 millones de euros de ventas.
La compañía, según la antigua contabilidad bajo
sospecha de posible manipulación, facturó 1.664 millones en el 2011. Al
año siguiente, las cuentas auditadas por BDO recogieron un volumen de
ventas de 1.465 millones, y una deuda que se disparó hasta los 4.200
millones.
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