Abre las negociaciones para que la deuda privada se convierta en capital
El Ejecutivo ultima una ley para evitar la quiebra de empresas viables
¿Cómo salvar una empresa viable? El Gobierno propondrá una Ley de
Refinanciación para empresas que atraviesen por dificultades financieras
que posibilitará que, previo acuerdo entre los acreedores, la deuda se
convierta en capital.
La nueva norma, según fuentes del Ejecutivo, permitirá que los
acreedores conviertan la deuda en capital. El cambio pretende evitar que
empresas viables se vean abocadas a cerrar por el peso excesivo de una
deuda que, reestructuración mediante, puede ser asumible. La ley llegará
acompañada, además, de medidas para fomentar que el crédito llega a la
economía real, como las adelantadas por CincoDías el pasado 3 de
febrero.
El FMI ya había instado repetidas veces a España a flexibilizar el
sistema de reestructuración de deuda privada, con el objeto de permitir
una negociación más ágil y menos traumática entre acreedores y deudores.
Fuentes del Gobierno consideran que la ley a punto de aprobarse sigue
esa recomendación. Y auguran que permitirá resolver mucho más
rápidamente casos como el de Pescanova, en los cuales se puede recuperar
la estabilidad de una empresa con la colaboración de sus principales
acreedores.
El Ejecutivo descarta que esta nueva ley vaya a lastrar los balances
de las entidades financieras. Pronostican que será más bien al
contrario, pues permitirá revalorizar unos activos cuyo deterioro sería
inevitable sin una reestructuración. El cambio, añaden, permitirá salvar
empresas que son perfectamente viables si se les ofrece un alivio
coyuntural sobre sus números rojos, lo que redundará en beneficio, según
esas fuentes, tanto de la propia empresa como de las entidades
bancarias que la financian.
Las mismas fuentes recuerdan que el sector privado español ha
avanzado muy rápidamente en su desapalancamiento, que había alcanzado
cifras récord en el año 2010 (con unos números rojos entre las empresas,
excluida la banca, equivalentes al 140% del PIB). Al comienzo del euro
el ratio de endeudamiento era de poco más del 45% del PIB. Tras la
crisis se sitúa en torno al 120% y sigue cayendo. Pero el Gobierno no
quiere que ese proceso se lleve por delante empresas que podrían
sobrevivir.
Ya en el mes de septiembre el Ejecutivo modificó la Ley Concursal
para facilitar los acuerdos de refinanciación de las empresas y evitar
los concursos de acreedores. Con el nuevo texto legal, basta el acuerdo
de un 55% de bonistas para activar una reestructuración de la deuda
vinculante para todos los acreedores, cuanto este porcentaje estaba
antes en el 75%.
De este modo es menos sencillo que algunos acreedores bloqueen los
acuerdos con la empresa y fuercen el concurso de acreedores y la posible
liquidación de la sociedad. De hecho, la norma también evitaba que,
iniciado el proceso de refinanciación, uno de los acreedores instase el
concurso.
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