Maderas Iglesias logra un preacuerdo para evitar el concurso de acreedores
Con 320 trabajadores, propone una quita del 50% para una deuda de 72 millones y a devolver en 17 años
La compañía viguesa Maderas Iglesias,
el mayor fabricante español de pavimentos de madera y tarima flotante,
ha alcanzado un principio de acuerdo con una mayoría de acreedores y
enfila la salida del concurso nueve meses después de suspender pagos
asfixiada por una deuda de más de 72 millones de euros, según
confirmaron a FARO
fuentes conocedoras de las negociaciones. La junta de acreedores está
convocada para el próximo 24 de julio. La empresa, con 320 trabajadores,
plantea la devolución de la deuda ordinaria en 17 años con una quita de
50% y ha recibido el apoyo de la Xunta para aprobar la propuesta de
convenio.
Maderas Iglesias, que forma
parte del grupo IG, ha logrado mantener la actividad en sus centros de
trabajo de Mos y Porriño y actualmente exporta el 80% de su producción,
lo que le ha permitido esquivar la caída del mercado en España este año.
La mayoría de sus ventas se concentra en los países del norte de
Europa, donde cuenta con importantes clientes (grupos de distribución).
Desde el punto de vista laboral, empresa y plantilla también están a
punto de llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo, con el que se
pretende ayudar a la compañía a superar la crisis.
Fuentes
conocedoras de las negociaciones indicaron que Maderas Iglesias
conseguirá un respaldo mayoritario de los acreedores en la junta del 24
de julio. Más del 60% de la deuda de la empresa
está en manos de un pool de bancos entre los que destaca NCG,
Santander, BBVA y Bankinter, y con los que había suscrito una serie de
garantías hipotecarias para refinanciar 45 millones de euros en 2011.
Las mismas fuentes precisaron que la compañía está pendiente de una
sentencia que afecta a su filial coruñesa Vázquez Rey, que también había
sido puesta como garantía de las obligaciones de refinanciación de esos
45 millones de euros.
El
concurso de Maderas Iglesias fue presentado por el abogado José Manuel
Álvarez Graña, del despacho vigués especialista en suspensiones de pagos
Larriva, Graña y Beiró, que ha llevado otros procesos como los de
Pilotes Posada (que salió de concurso de acreedores en tiempo récord) y
Maderas del Atlántico. El letrado declinó comentar la situación de su
cliente.
Crisis inmobiliaria
El
informe concursal de Maderas Iglesias deja claro que la crisis de la
compañía viguesa es fruto del estallido de la crisis inmobiliaria y la
reducción del crédito. Así, desde 2007 el volumen de negocio de la
empresa se desplomó el 66,86%, hasta 25,38 millones de euros en 2011 (en
2007 había ingresado 76,5 millones). Los administradores asumen que la
empresa se vio penalizada por las fuertes inversiones realizadas en el
proyecto Greenkett, un sistema de producción de última generación con el
que se pretendía dar cobertura a los mercados europeo y americano. "La
concursada podría ser un claro ejemplo de un gran desarrollo hasta 2007 y
de penalización por la explosión de la burbuja (inmobiliaria) a partir
de dicho ejercicio", resume el informe de la administración concursal.
Maderas
Iglesias es un referente en la industria maderera a nivel nacional y
europeo, y llegó a transformar 200.000 metros cúbicos de materia prima
importada de América del Norte, Brasil y África. Su capacidad de
producción supera los 2 millones de metros cuadrados de pavimentos
macizos y los 4 millones de metros de tarima flotante. Sus instalaciones
en la comarca de Vigo se reparten entre la planta y el centro
administrativo del Louro, en Porriño; la nave de Sanguiñeda (Mos) y la
nave comercial de producto terminado de Puxeiros (Vigo), donde está la
sede social de la compañía. El Grupo IG, del que Maderas Iglesias es la
matriz, estaba compuesto por siete sociedades con actividades en varios
países.
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