Pescanova recurre y dice que apartar al consejo amenaza su viabilidad
Sostiene que la decisión del juez parece pensada «exclusivamente para liquidar la empresa» y que la «extraordinaria complejidad» hace imprescindible la continuidad de la cúpula directiva
Pescanova ha presentado un recurso de
reposición contra el auto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de
Pontevedra, que el pasado jueves declaró el concurso voluntario de
acreedores y apartó a la dirección de la compañía de la gestión, encomendando la misma a la CNMV, que al día siguiente designó a Deloitte como administrador concursal.
El recurso (de 32 páginas) presentado ante el
juzgado sostiene que la resolución del juez «no valora adecuadamente las
gravísimas consecuencias» que resultarán de la «drástica» decisión del
magistrado de suspender las facultades de administración y disposición
de los actuales administradores de Pescanova, con el presidente, Manuel Fernández de Sousa, a la cabeza.
En el texto se defiende la actuación de la cúpula
directiva, insistiendo en que «no pueden ser acusados de haber irrogado
daños al patrimonio social, y ciertamente no hay prueba alguna en los
documentos aportados a los autos de conducta que haya resultado lesiva
para los intereses patrimoniales del concurso». Añaden que desde que se
inició la crisis de la empresa «han venido informando transparentemente»
a la CNMV e incluso se procedió «voluntariamente» a nombrar a una
empresa forense, KPMG, para que haga un análisis independiente de la
situación patrimonial y financiera de la compañía.
El argumento principal del recurso es que el juez
cometió un «error» al no «valorar adecuadamente» las «gravísimas
consecuencias» que tan «drástica decisión» puede tener, «dejando
descabezado un grupo de la complejidad de Pescanova». Califican
de «serio riesgo» la continuidad y la viabilidad de la empresa, alegando
que la «extraordinaria complejidad» de la matriz de la multinacional
pesquera hace imprescindible que al frente de ella estén quienes la
conocen en profundidad.
Por ello reclaman al juez que revoque la decisión
de suspender las facultades de los administradores, con Fernández de
Sousa al frente, y opte -como es lo habitual en los casos de concursos
voluntarios- por el régimen de «intervención» o supervisión de la
administración concursal, ya que es el que «mejor podría asegurar la
continuidad del negocio de la compañía».
En la misma línea, el recurso sostiene que «la
idea de que esta tarea pueda ser abordada, con la necesaria agilidad,
por la CNMV, o por un consultor por ella designado, se antoja
inimaginable, salvo que su función consista en gestionar la liquidación
de Pescanova», escenario que califican de «ruinoso» para los intereses afectados.
Defiende la empresa también que las causas de que
haya entrado en concurso «no están ocultas» y que obedecen a la crisis
financiera, y que el grupo -sus empresas, barcos, granjas de acuicultura
y nivel de empleo- sigue «prácticamente intacto» a día de hoy, a pesar
de «los avatares financieros y mediáticos» de los dos últimos meses.
«Quien se coloque al frente de Pescanova tiene que saber defender también sus cuotas de pesca y sus concesiones acuícolas, así como la propia marca Pescanova",
concluye la empresa en un comunicado, añadiendo que «no podrá
concebirse un plan de viabilidad técnicamente bien fundado, y con ello
una propuesta de convenio concursal sin un adecuadamente de ello, labor
que no puede hacer un auditor no conocedor del negocio, por lo que aboca
a la empresa prácticamente a una segura liquidación».
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