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30 de abril de 2012

La Voz de Galicia

La falta de voluntad política frustra la reforma del «tax lease» que pide la UE

La actual normativa echa del mercado a los astilleros privados gallegos


Los astilleros privados gallegos llevan nueve meses fuera del mercado de la construcción de grandes buques. Desde que la Comisión Europea admitió una denuncia de Holanda, por supuesta competencia desleal en el sistema de bonificaciones fiscales a la contratación naval (tax lease), el sector espera una alternativa que le permita acudir a los concursos en condiciones competitivas. Mientras Holanda, Francia o Noruega continúan manteniendo sistemas de bonificación atractivos para los armadores y siguen contratando barcos, la cartera de pedidos del naval gallego apenas suma cinco unidades, por valor de 300 millones de euros.
¿Por qué los astilleros privados necesitan «tax lease» para contratar?
El tax lease hasta ahora era una compleja operación triangular (entre el armador, la entidad financiera y una agrupación de intereses económicos) que se formaliza como vía de financiación para la adquisición de grandes buques, con unas jugosas bonificaciones fiscales (entre el 20 y el 30 % para el armador). Sin esta herramienta fiscal (suspendida por Bruselas por competencia desleal) y sin ninguna otra alternativa, los astilleros españoles no pueden competir con los europeos, que sí mantienen atractivos sistemas de bonificaciones.
¿Era ilegal el sistema que Holanda denunció ante Bruselas?
El sistema español de arrendamiento fiscal para la contratación de buques o tax lease que, según Bruselas, podrían haber distorsionado la libre competencia en el marco de la UE, ha permitido la construcción de 273 barcos entre el 1 de enero del 2002 y el 30 de junio del 2010, por un valor total de 8.727 millones de euros.
¿Por qué tras nueve meses no existe aún una solución al problema?
La crisis del tax lease se abrió en plena crisis del Gobierno socialista y con las elecciones a la vuelta de la esquina. En plena campaña electoral hubo promesas por ambas partes (PSOE y PP) de buscar una solución. La propuesta del Gobierno socialista ni siquiera llegó a entrar oficialmente en Bruselas. La del Gobierno del PP tardó casi 4 meses (se remitió a principios de abril) y, además de ofrecer unos incentivos fiscales que seguirían dejando al sector fuera de juego (bonificaciones fiscales de un 3 %), se ha encontrado con el rechazo de Bruselas, aunque las negociaciones continúan abiertas.
¿Quién tiene la culpa de que el «tax lease» siga bloqueado?
Los astilleros y la Xunta de Galicia han arremetido duramente esta semana contra el director general de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, por echar abajo la última propuesta de tax lease. Sin embargo, ambas partes son conocedoras de que hasta el momento ha faltado voluntad política por parte del Gobierno español (PSOE y PP) para modificar la legislación fiscal que permitiría habilitar un tax lease según los criterios que exige Bruselas, es decir, unos sistema que no bonifique exclusivamente a la construcción naval, porque sería considerada competencia desleal e incluso ayuda de Estado, y que beneficie a todos los sectores industriales.
¿Qué futuro tienen los astilleros gallegos?
Las consecuencias están a la vista. Mientras en Francia, Alemania o Noruega la construcción naval mantiene un ritmo creciente, en el último año los astilleros gallegos no han logrado cerrar ni una sola contratación de gran calado, porque sus ofertas no son competitivas. En este tiempo, han cerrado más de 50 empresas auxiliares del naval y la inactividad en los astilleros ha destruido más de 9.000 puestos de trabajo.
análisis

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