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1 de febrero de 2011

LAS LICENCIAS SE HUNDEN EN VIGO SON LA SEXTA PARTE QUE EN 2003
Los peores datos de la primera década del siglo confirman plenamente la caída en picado del sector de la construcción, puntal de la economía hasta 2007

El 'bosque de grúas' prometido por el gobierno local hace cuatro años se ha convertido en un auténtico desierto, a tenor de los datos certificados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que a su vez recoge cifras del Ministerio de Fomento sobre estadística de construcción de edificios en Galicia.


El 'bosque de grúas' prometido por el gobierno local hace cuatro años se ha convertido en un auténtico desierto, a tenor de los datos certificados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que a su vez recoge cifras del Ministerio de Fomento sobre estadística de construcción de edificios en Galicia. La situación en Vigo es de absoluta depresión urbanística, y lo mismo se puede decir de su área metropolitana, donde las cifras han caído en picado. Claro que el caso de la mayor urbe gallega tiene algo de singular por ser la única que dispone de un Plan de Urbanismo en vigor adaptado a las leyes del suelo y que fue tramitado por consenso, aunque finalmente aprobado con el voto de PSOE y BNG y la oposición del PP, que rechazó las modificaciones incluidas por el gobierno local al ampliar de forma muy importante la superficie reservada para edificaciones de promoción social o protegidas, pasando del 25 al 43 por ciento. El resultado, con los números en la mano, no ha sido el esperado.

En 2009, último año con resultados definitivos (los de 2010 están pendiente de revisar), el Concello de Vigo concedió un total de 93 licencias urbanísticas para otros tantos edificios, que generaron un total de 482 viviendas de nueva planta. Se trata de un número muy bajo con respecto al ejercicio anterior, ya plenamente de crisis, cuando se concedieron 134 permisos que generaron 847 pisos.

Es decir, en un año, una caída cercana al 50 por ciento, que además es sostenida, ya que los resultados han ido a peor desde 2003, cuando se marcó el mejor balance: todavía con el Plan de Urbanismo de 1993, el Concello logró su mejor marca, con 199 edificios visados y un total de 2.911 viviendas, seis veces más que en 2009. Ese mismo año también se concedieron 70 permisos para la rehabilitación de otros tantos inmuebles. A partir de 2003, cuesta abajo, primero en 2004 de forma poco pronunciada (2.451 pisos) y desde 2005 de forma más intensa, con 1.413 ese año, 1.187 en 2006; 1.146 en 2007 y la caída espectacular de los dos siguientes ejercicio, ambos nefastos, como también 2010. La situación de Vigo se repite en todo el área metropolitana, donde la construcción se ha venido abajo de forma estrepitosa, en algunos casos de manera absoluta. Es el caso de Gondomar, ayuntamiento que llegó a sumar hasta 330 pisos al año y que durante los ejercicios de 2008 y 2009 no ha añadido ni una sola obra. La explicación: la paralización absoluta de sus normas urbanísticas, con un escándalo que incluyó la caída del gobierno local y al menos dos procedimientos judiciales por la vía penal.

Menos dramático, pero igual de llamativa es lo ocurrido en Ponteareas, que fue el municipio del área donde el sector inmobiliario más se disparó gracias a las condiciones beneficiosas otorgadas desde su Administración local, empeñada en fomentar la instalación de miles de vecinos. En 2002 alcanzó una cifra que sólo Vigo puede llegar: 577 viviendas en un solo ejercicio, pero desde entonces todo ha ido a peor. En 2008, apenas ocho, y en 2009, algo mejor, con 73. Ponteareas cuenta con uno de los mayores stocks de pisos desocupados

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