Citroën da marcha atrás al ERE en Vigo tras un acuerdo con los sindicatos

Los trabajadores deberán aceptar nuevas medidas de flexibilidad laboral

La sangre no llegó al río en la fábrica de PSA Peugeot Citroën de Vigo. En la última reunión con los sindicatos, la dirección asumió una caída de la productividad para intentar cuadrar las cuentas y evitar la aplicación de un ERE temporal. Los 52 días de parada que se plantearon en el arranque de las conversaciones se quedarán finalmente en 11 porque el sistema dos, la cadena que monta los monovolúmenes, rebajará la cadencia de producción de 45 coches por hora a 36. Esa disminución la asumirá la planta a cambio de que los 11 días restantes se gestionen con la bolsa de horas, el mecanismo de flexibilidad laboral que se ha revelado como la mejor arma de la plantilla en Citroën.

El presidente del comité de empresa, Alberto Priego, del Sindicato Independiente de Trabajadores (SIT), aseguró ayer estar satisfecho del resultado y agradeció el esfuerzo a la multinacional, pero advirtió que se esquivará el ERE solo si las previsiones de producción se mantienen (son de 374.000 unidades este año). La dirección entregará el próximo miércoles a los sindicatos el borrador del acuerdo para que éstos concreten una resupuesta en febrero.

Los representantes de los trabajadores se pueden apuntar un tanto importante tras la negociación, que ha durado un mes. La dirección de PSA ha admitido su demanda para intercambiar puestos entre las dos cadenas de montaje. La de las furgonetas, con buenas perspectivas de ventas y un calendario apretado que obligará a trabajar los fines de semana de 2011, la integran trabajadores con la bolsa de horas en positivo (el mecanismo permite acumular 20 días a favor del trabajador y 30 a favor de la empresa). Esos operarios disfrutarán de vacaciones durante una semana y serán sustituidos en sus puestos por los de la línea de monovolúmenes, que deben jornadas de trabajo a la empresa.

Aunque se espera que la mayoría sindical acuerde su apoyo a las medidas, para Comisiones Obreras no ha habido una verdadera negociación, sino "una imposición por parte de la empresa". La letra pequeña escuece: para evitar el ERE, parte de la plantilla deberá trabajar la mayoría de los sábados del año y, en los casos en que la dirección lo estime, cambiar al turno de noche, sustituyendo contratos a tiempo completo por parcial. Si se opta por el expediente, la empresa completará el salario hasta el 90% de los ingresos.
La empresa vinculará la aceptación de las medidas de flexibilidad a la apertura de un nuevo periodo para acogerse a la jubilación parcial en el bienio 2011-2012. Enlazar ambas cosas es, para CC OO, inaceptable. "En esta empresa nunca se ha negociado de esta manera".

Por su parte, el representante de la CIG, Henrique Pérez, explicó a Europa Press que no está "convencido" de las razones que ha ofrecido la empresa para justificar el equilibrio entre las dos cadenas de montaje. Calculado o no, lo cierto es que PSA ha desactivado el ERE que hace menos de dos meses amenazaba con aplicar a los 7.000 operarios. Fuentes de la plantilla creen que la crisis obligará a pagar los peajes que eso conlleva.